Las parábolas de los talentos y el candil
Prescindiendo de la condición divina de Jesucristo, o precisamente por esta, sus enseñanzas son una norma de conducta que, puestas en práctica, serian un revulsivo, una catarsis para la Humanidad. En ellas se nos enseña cómo ha de ser nuestra actuación en la vida para transformar la sociedad y hacer que esta busque el bien como norma suprema a la que hay que tender y perseguir.
Para que abandonemos toda soberbia y presunción, expuso la parábola de los talentos.