Sánchez ha hecho añicos mi ensaladera
Son las 8 de la mañana y estoy plantado ante un bol de cristal. El mismo donde Teresa prepara su inigualable ensaladilla. Ahora está vacío porque su misión es otra. Me acabo de lavar minuciosamente las manos y tengo al lado una cartulina con el calendario de pastillas que tengo que tomar durante esa primera semana de tratamiento. Para el siguiente tendré que volver a la farmacia del Clínico San Carlos y me recordarán unas instrucciones que me repito como un derviche: «No se salte ninguna toma, procure que sea siempre a la misma hora y muy, muy importante, no pierda la pastilla, que no se le caiga y acabe colándose por alguna rendija, piense que el tratamiento para su... Ver Más