¿Cómo saber tu edad biológica en la sangre o la saliva?
¿Qué edad tenemos realmente? La edad cronológica es el número de años que una persona lleva vivo. La edad biológica es la edad de tus células, que según los científicos puede ayudar a evaluar mejor el riesgo de enfermedad y salud relacionado con la edad. Las personas envejecen biológicamente a diferentes ritmos, dependiendo de factores genéticos y ambientales, de modo que la edad cronológica de una persona no necesariamente coincide con su edad biológica. En los últimos años, las pruebas de edad biológica directas al consumidor se han vuelto cada vez más accesibles y populares a medida que ha aumentado el interés en esta ciencia naciente. Pero ¿realmente funcionan? Muchas de estas pruebas funcionan observando cambios específicos en el ADN de la sangre o la saliva del paciente. Estos cambios se vuelven más abundantes a medida que las células envejecen, un fenómeno conocido como el « reloj epigenético «. Sin embargo, es importante destacar que actualmente se desconoce si el reloj epigenético avanza a un ritmo similar en los aproximadamente 200 tipos de células diferentes que hay en el cuerpo humano. Un estudio realizado por Konrad Hochedlinger, Rebecca Gorelov, de la Facultad de Medicina de Harvard y del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.), publicado en ' Stem Cell Reports ', pretende arrojar luz sobre esta cuestión, preguntando cómo la presencia de células madre en un tejido u órgano determinado afecta a su reloj epigenético. Al medir los cambios de ADN en cada célula de un tejido individualmente, en lugar de en todas las células mezcladas, se hizo evidente que las células madre del músculo esquelético, la sangre y la tráquea tenían una edad epigenética menor que las células más maduras. Sin embargo, una edad epigenética comparativamente más joven no era una característica universal de las células madre , ya que las células madre de otros tejidos, como la piel y el intestino, tenían la misma edad epigenética que las células más maduras. Experimentos posteriores mostraron que la edad epigenética de una célula madre está relacionada con la velocidad a la que se divide y produce nuevas células para regenerar y reparar su tejido de origen. Esta velocidad era comparativamente más alta en la piel y el intestino que en el músculo o la sangre. Esta investigación muestra que la edad epigenética de un tejido en su conjunto está influida por la frecuencia y la actividad de sus células madre, que a su vez están sujetas a cambios en respuesta al envejecimiento, las lesiones o las enfermedades. Estos hallazgos tienen repercusiones importantes para la interpretación de las pruebas comerciales de edad biológica y ayudarán a refinar su fidelidad y utilidad en el futuro.