Algunas de las mejores ventas, las más inesperadas
Desde hace ya bastantes años, muchos futbolistas que llegaron como cracks al FC Barcelona se han ido del club con la carta de libertad en la mano, o casi. El argumento más socorrido para explicar esta secuencia es que las fichas que se han pagado en el Camp Nou han sido inasumibles para los equipos potenciales compradores, si es que se quería fijar un precio de traspaso más acorde con el prestigio del jugador. A veces, también se habló de la edad como hándicap. De tal manera que se fueron unos cuantos gratis o prácticamente gratis, celebrando el FC Barcelona simplemente el ahorro del salario del jugador que se iba. Sólo en este último decenio surgen en esa lista de ilustres, a bote pronto, entre otros, nombres como los de David Villa, Luis Suárez, Arturo Vidal, Ivan Rakitic, Miralem Pjanic, Arda Turam, Philippe Coutinho y, desde esta semana, Ilkay Gündogan. Buenas operaciones futbolisticas y económicas fueron recientemente las de Pierre Aubameyang, llegado del Arsenal en enero de 2022 y traspasado al Chelsea en septiembre por 12 millones de euros tras marcar 13 goles como culé y la de Franck Kessié, fichado por el Barça tras acanar contrato con el Milan en 2022, ganar una Liga como culé con un gol suyo al Real Madrid y vendido al Al Ahly por 12,5 millones. En cambio, algunos de los futbolistas sobre los que, a priori, no tenían una expectativa muy alta dejaron el club por cifras que sorprendieron positivamente. En los últimos días están los ejemplos de Julián Araujo, al Bournemouth, ya traspasado por 10 millones de euros, y de Mika Faye al Rennes por 11 y 4 en variables, a falta de hacerse oficial. Los que siguen están entre los 20 futbolistas cuyo traspaso fue de mayor cuantía.