World News in Spanish

La suciedad mancha el nombre de Palacios y Villafranca

Abc.es 
Los Palacios y Villafranca se ha ganado a pulso un prestigio a nivel nacional gracias a la enorme calidad de su agricultura, con el 'tomate de Los Palacios' como mascarón de proa; al grandísimo nivel de muchos de sus restaurantes, que atrae a multitud de visitantes cada fin de semana para disfrutar de las bondades de sus fogones ; por su histórica vinculación con el flamenco , hasta el punto de contar con la peña más antigua de la historia, junto con la de la Platería de Granada, y, por supuesto, desde hace unos años por la sorprendente nómina de cracks mundiales del fútbol nacidos y criados en este pueblo ( Jesús Navas, Fabián Ruiz y Gavi ). Todos estos aspectos positivos contrastan con otro mucho menos agradable que tiene muy descontenta a la práctica totalidad de los más de 38.000 habitantes de la localidad. Las calles están guarrísimas , la cochambre forma parte del paisaje urbano a unos niveles inadmisibles. Hasta el punto de que la suciedad está manchando el nombre de Los Palacios y Villafranca. Y es que la limpieza es, sin género de duda, uno de los grandes valores en materia de urbanismo, intrínsecamente vinculado a la calidad de vida de un municipio. Además de dar una buena imagen a visitantes y a sus propios vecinos, el hecho de que las calles, plazas y parques luzcan limpios es también beneficioso por muchos otros aspectos: menos olores desagradables, menos gérmenes y más salud , entre otros. Incluso, algunos estudios afirman de manera razonada que este aspecto afecta al ánimo y el carácter de los habitantes de una determinada comunidad. Desgraciadamente, Los Palacios y Villafranca dista mucho de esos mínimos de limpieza que exige una buena calidad de vida. Hay infinidad de aceras, plazas, parques y zonas peatonales en general, en cualquiera de los barrios del pueblo y en el casco antiguo, donde te quedas literalmente pegado debido a la pringue y mugre acumulada durante meses, incluso años, y en las que hay que salvar excrementos de perros , restos orgánicos de todo calibre, cantidades industriales de sobras de comida (o sus envases ya vacíos), colillas, litronas vacías y/o rotas y otros 'regalitos' cual esquiador profesional esquiva puertas en zig zag en Sierra Nevada. Un aspecto que cuenta con el problema añadido de los malos olores, que se vuelven insoportables en muchos puntos conforme suben las temperaturas. De igual modo, a juego con lo anterior, las arterias principales (avenidas de Sevilla, Cádiz y Utrera) y demás calles del núcleo urbano reúnen manchas de aceite, combustible y suciedad en general realmente sorprendentes. Por último, aunque no menos alarmante, es el estado de los contenedores, donde la estampa no le va a la zaga al aspecto general de las calles. Es poderosamente llamativo el hecho de que en contenedores destinados a la basura orgánica, estén en infinidad de casos repletos en su interior y rodeados en su entorno de muebles rotos, sofás viejos , camas y objetos de todo calibre que la familia de turno ha decidido en un momento determinado que ya sobra en casa, obviando por completo la obligación de llevarlos al Punto limpio . De este modo, un porcentaje de la población mantiene comportamientos incívicos, y otro no menos importante lamenta y se queja amargamente de dichas actitudes. Incluso, no habría que descartar que se dé la paradoja de que una parte nada desdeñable de los vecinos pertenezca a ambos porcentajes. La alarmante falta de civismo y educación clama al cielo y preocupa, incluso al equipo de gobierno del consistorio palaciego, que se ve superado por la situación, al comprobar que las diferentes campañas de concienciación y la inversión en contenedores no surten el efecto deseado. Los vecinos, por su parte, se quejan de que la frecuencia con la que se realizan las tareas de barrido o baldeo es manifiestamente mejorable, aspecto que sí apunta a ser un factor diferencial en cuanto al objetivo de poder conseguir una mayor limpieza en todos los barrios. Sea como fuere, no cabe duda de que existe una sensación de impunidad , de que los comportamientos incívicos no se sancionan, de que no les pasa nada a los que ensucian y hacen uso incorrecto de los contenedores , que en muchos casos son quemados como parte del amplio repertorio de actos vandálicos que tienen lugar en Los Palacios y Villafranca, donde hace apenas tres semanas, por ejemplo, amaneció destrozada la peana y tirada la estatua de la Virgen de la Inmaculada , a las puertas del colegio diocesano Nuestra Señora de las Nieves, en pleno centro. Lo más llamativo es que, aunque el municipio está más sucio que nunca , la situación no tiene visos de mejorar, al menos a corto plazo. Incluso va a peor. Ante esta tesitura, «lo guarro que está el pueblo» es un tema de conversación más que recurrente, diario, entre los palaciegos. Cada vez son más los vecinos que alzan la voz ante esta penosa realidad. Algunas agrupaciones de vecinos comienzan a plantearse tomar medidas de manera coordinada en forma de manifestación o queja organizada. Aunque donde el mensaje es más claro y resuena de manera más contundente es en las redes sociales , espacio en el que incluso existen perfiles creados expresamente para denunciar situaciones de insalubridad en zonas concretas de la localidad. Un simple scroll por alguno de los perfiles que se ocupan de la actualidad local, o una ojeada por los comentarios de las publicaciones del Ayuntamiento o el perfil personal del alcalde Juan Manuel Valle , donde se denuncian episodios concretos acompañados de fotografías, son suficientes para testar el malestar existente con este preocupante asunto de tremenda importancia. Así, si nos ceñimos a los municipios de más de 30.000 habitantes, escalafón en el que gusta compararse al consistorio local según qué datos, este conocido pueblo del Bajo Guadalquivir tiene en estos momentos el dudoso honor de ocupar un lugar 'privilegiado' en el podio de los más sucios de la provincia de Sevilla. A día de hoy comparar Los Palacios y Villafranca con Tomares, Dos Hermanas, Mairena del Aljarafe, Alcalá de Guadaíra, Utrera o Carmona en materia de limpieza es un ejercicio punto menos que abocado al descalabro. Para el primero, claro.

Читайте на 123ru.net