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Los españoles de La Nueve, los héroes olvidados de la liberación de París

Manuel Lozano fue uno de los héroes españoles que abrieron el camino a la liberación de París de la ocupación nazi hace 80 años, pero su tumba, como la historia de sus compañeros, se resiste a continuar en el olvido.

El 24 de agosto de 1944, su compañía conocida como La Nueve fue la primera de las fuerzas del general Charles de Gaulle en entrar en la capital, un hito que Francia recuerda este sábado y que estuvo olvidado durante décadas.

"Los republicanos españoles estuvieron en la vanguardia de la liberación de la capital (...) Pero el reconocimiento tardó en llegar", explica el Ayuntamiento de París en su sitio web.

Fue a partir de los años 2000, en parte gracias al trabajo de la periodista española Evelyn Mesquida, que el reconocimiento comenzó a llegar.

Mesquida trabajaba en 1998 en una serie de reportajes sobre el exilio tras la Guerra Civil Española (1936-1939) para la revista Tiempo y se topó con la historia de La Nueve, que plasmó en 2008 en el libro "La Nueve: los españoles que liberaron París".

"El primer contacto con La Nueve es a través de los españoles, cuando me muestran esta fotografía famosa de la compañía hecha en Inglaterra", antes de desembarcar en Francia, explica a la AFP la excorresponsal en París.

Sorprendida por esta historia, se lanza a la búsqueda de sus últimos miembros con vida y logra hallar siete. "Ninguno pensaba ser un héroe. Todos me decían que eran muy felices de haber entrado en París", recuerda.

"Si tuviéramos que hacerlo de nuevo, todos habrían dicho: ¡Adelante!", reconoció hace justo diez años Rafael Gómez, el último combatiente español con vida de La Nueve, fallecido por covid-19 en 2020 a los 99 años.

"Eterno reconocimiento"

Su muerte trajo la consagración. En una declaración, el presidente Emmanuel Macron expresó el "eterno reconocimiento" de Francia a estos republicanos españoles y a su "odisea" por "derribar el yugo nazi".

La 9ª compañía de la 2ª división blindada de la Francia Libre estaba compuesta por 160 soldados --146 españoles--, dirigidos por el capitán Raymond Dronne y a las órdenes del general Leclerc.

Tras combatir contra los alemanes para liberar el Norte de África, viajaron a Inglaterra, desde donde zarparon a inicios de agosto de 1944 rumbo a las playas de Normandía.

Su camino de liberación les llevó a entrar la noche del 24 de agosto en un París sublevado desde hace varios días contra cuatro años de ocupación y a participar incluso en la toma del Nido del Águila de Adolf Hitler el 5 de mayo de 1945 en Alemania.

Pero, a mediados de agosto de 2024, la abandonada tumba de Manuel Lozano en una división civil del cementerio parisino de Pantin parece confirmar todavía el correoso olvido al que la historia oficial sumió a estos hombres.

La placa con su nombre y la mención "anarquista, combatiente de La Nueve y de la libertad" yace por el suelo. Al otro extremo del camposanto un memorial recuerda a los soldados británicos caídos durante la Primera Guerra Mundial.

Y, sin embargo, Lozano es uno de los miembros de La Nueve más recordados. París inauguró una placa en su memoria en el edificio en el que residía, 16 años después de su muerte en 2000.

"Su gran combate"

Su foto tomada ante el Ayuntamiento de la capital durante la Liberación preside también una sala de la histórica sede de la anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en París.

"Lo conocí aquí, pero yo era muy joven y entonces no sabía todo lo que había hecho", recuerda Amaible Marcellan, descendiente de exiliados españoles de 71 años y actual secretario de la asociación "24 août 1944".

En este lugar de reunión del exilio español, "aunque todos estaban al corriente de lo que hizo Lozano" durante la Liberación, "hablaban relativamente poco de ello", porque "su gran combate" era la guerra civil española, explica.

Muchos optaron durante décadas por el silencio. Francia no les ayudó a derrocar al dictador español Francisco Franco al final de la Segunda Guerra Mundial, como esperaban, y la historia oficial escondió su papel en la Liberación.

Sus historias sí siguieron, en cambio, vivas entre los descendientes de los exiliados españoles, recuerda Marcellan, así como Véronique Salou y Ramón Pino, también miembros de la asociación que lucha por su reconocimiento.

Una de las personas que escuchó el llamado fue la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, cuyo abuelo fue condenado a muerte por Franco. En 2015, inauguró el Jardín de los Combatientes de La Nueve, junto al Ayuntamiento.

"Sin Anne Hidalgo, no hubiéramos hecho nada. Le debemos enormemente que esa memoria haya podido volver", asegura Mesquida, para quien este jardín es "el mejor monumento", porque allí llegó La Nueve hace 80 años.

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