World News in Spanish

Cosas que es mejor que Flick no sepa

Los seis puntos son oro”, me dijo un consocio después de ganarle al Athletic. Cierto. Hansi Flick está almacenando confianza y tiempo, dos cosas necesarias en el Barça para iniciar un proyecto. El entrenador tiene una idea y el equipo la ejecuta. Las segundas partes son mejores que las primeras y se van corrigiendo errores. A pesar de la juventud del equipo y del montón de lesionados (y del no inscrito Olmo por el enésimo pufo), el aficionado ha visto una verticalidad y un hambre que se agradecen. Paradójicamente, una de las virtudes de Flick, y que dure, es que el alemán no sabe ninguna de las lenguas oficiales en Catalunya. No lee nada, entiende poco, las ruedas de prensa son cortas y en un inglés de manual, donde no hay matices ni posibilidad de profundizar. Ni de liarse. Ya dijo, en su presentación, que no sabe lo que es el entorno. Mejor. Esa ignorancia le blinda y le evita angustias innecesarias. Las palabras justas, eso sí, para decir lo que otros no osan: que Sergi Roberto no es jugador del Barça o que él no es quien inscribe a los jugadores. Hoy que viaja a Vallecas (fosa diferida de Martino y tumba de Koeman), es mejor que Flick no esté contaminado por el debate de la posesión de balón. Por ahora, no se le ha escuchado hablar sobre el ADN. Mejor. Tampoco ha pronunciado la palabra “rondo”. De su boca no salen los nombres de Cruyff y de Guardiola. Es un profesional, ajeno a la historia del Barça, que ha venido a solucionar un problema, no a perder comparaciones. No vive de traumas, ni de mitos, ni de obsesiones, ni de dogmas perversos. Para entrenar y triunfar aquí, quizá no hace falta saber que nos secuestraron a Quini, que nos birlaron a Di Stéfano y que Reus está a una hora de coche.

Seguir leyendo...

Читайте на 123ru.net