Científicos descubren una nueva vida en el cuerpo humano: pasan desapercibidos
Científicos de la Universidad de Stanford han identificado una nueva forma de vida en el cuerpo humano que ha pasado desapercibida hasta ahora. Estas estructuras, descubiertas en la boca y el intestino, son tan diminutas que han eludido la detección durante años.
Los investigadores han rastreado más de 5 millones de conjuntos de datos de secuencias genéticas publicadas, encontrando casi 30,000 de estas nuevas entidades en muestras de todo el mundo. Este hallazgo podría tener implicaciones significativas para nuestra comprensión de la microbiota y la salud humana.
¿Qué forma de vida habitan en nuestro organismo?
Estas nuevas entidades biológicas, denominadas “obeliscos”, son pequeños fragmentos circulares de ARN. A diferencia de cualquier otro agente biológico conocido, los microorganismos colonizan las bacterias dentro del intestino y la boca humanos. Su tamaño, de solo alrededor de 1,000 bases de largo, es una de las razones por las que no se habían detectado anteriormente.
Los obeliscos forman su propio grupo filogenético distinto, sin secuencia detectable en otros organismos. Aunque tienen una forma similar a los viroides, sus secuencias genéticas son muy diferentes, lo que implica que forman un grupo separado pero relacionado. Este descubrimiento abre nuevas puertas para entender la diversidad biológica en el cuerpo humano.
Descubrimiento y Características de los Obeliscos
El estudio, liderado por el biólogo Ivan Zheludev de la Universidad de Stanford, sugiere que los obeliscos están plegados en estructuras similares a varillas. Estos fragmentos de ARN forman su propio grupo filogenético distinto, sin secuencia detectable en otros organismos. Aunque tienen una forma similar a los viroides, sus secuencias genéticas son muy diferentes, lo que implica que forman un grupo separado pero relacionado.
Los investigadores los encontraron en muestras de heces y bacterias orales de personas de todo el mundo. En un estudio de 472 individuos, el 6.6% los portaba en su microbiota intestinal y el 53% en sus bacterias orales. Estos datos sugieren una distribución global de estas entidades biológicas.
Comparación con Viroides y Otros Agentes Biológicos
Aunque los obeliscos tienen la misma forma que muchos viroides, sus secuencias genéticas son muy diferentes. Los viroides son estructuras hechas de ARN que son similares a los virus, pero mucho más pequeñas. La diferencia en las secuencias genéticas sugiere que forman un grupo separado pero relacionado con los viroides. Este hallazgo plantea nuevas preguntas sobre la evolución y la diversidad de las entidades biológicas en el cuerpo humano.
La comparación con otros agentes biológicos conocidos resalta la singularidad de los obeliscos. Su descubrimiento podría proporcionar nuevas perspectivas sobre la evolución de las moléculas genéticas y su papel en la biología humana. La investigación futura podría revelar más sobre cómo estos fragmentos de ARN interactúan con otros componentes de la microbiota.
Implicaciones para la Salud Humana
Aún no se sabe si los obeliscos afectan la salud humana. Sin embargo, se encontraron en una bacteria común de la boca llamada Streptococcus sanguinis. Estos microorganismos contienen genes que codifican una nueva clase de proteína denominada Oblins, que podría estar implicada en la replicación del ARN. Este descubrimiento podría ayudar a cerrar la brecha entre las moléculas genéticas más simples y los virus más complejos.
La presencia en una proporción significativa de la población sugiere que podrían tener un papel importante en la microbiota humana. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar su impacto en la salud y si podrían estar asociados con alguna enfermedad o condición específica.