Alcaraz se lleva un pequeño sofocón para vencer a Tu y meterse en segunda ronda del US Open
Carlos Alcaraz ya está en segunda ronda del US Open, donde se esperaba, pero no de la manera que se esperaba. Su rival era Li Tu, australiano de 28 años que dejó de jugar un tiempo para estudiar y cuidar a su madre, que estaba enferma. Es el 186 del mundo y durante un rato soñó incluso con hacer algo grande, pero acabó sucumbiendo por 6-2, 4-6, 6-3 y 6-1 ante el número tres del mundo. Era la primera vez que se medía a un "top 50".
Tu notó los nervios al comienzo. Alcaraz abrió el partido con un break en blanco y el primer set no duró ni media hora. Era pan comido para él ante un rival tímido todavía. El encuentro se movió dentro de lo esperado hasta que Alcaraz logró el break en el segundo parcial y se puso 4-3. A partir de ahí, el español se apagó y el "aussie" comenzó una remontada que le llevó a vivir unos minutos de ensueño. Recuperó la rotura y la iniciativa, y Carlos empezó a ser un tenista desconocido. Demasiados errores, precipitación. Hasta las dejadas se quedaban en la red. Li Tu se vino arriba e incluso podía con el español en los puntos de habilidad. Se puso 15-40 con 5-4, dos bolas de set, que Alcaraz recuperó, pero siguió atascado Carlos, cometiendo en ese momento incluso dos dobles faltas. A la quinta, el australiano encontró un revés paralelo para igualar el partido a un set.
Alcaraz perdió la sonrisa. Empezó a querer ir demasiado rápido. El plan de jugar pelotas altas al revés de su rival, que era a una mano, quedó a un lado y buscó ser demasiado directo. Como si quisiera quitarse cuanto antes el mal sabor de boca. Pero ese no era el camino. Ya dominaba más el juego, pero no cerraba, mientras Tu se lo seguía pasando bien y se reía con algunos puntos. En el segundo set incluso había intentado un saque por abajo que le salió fatal. Se lo tomó a broma.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero se fue tranquilizando. Dejó escapar un par de 0-30 en el tercer set, pero aguantó de cabeza para no desesperarse. Cuando logró la rotura en el tercer set sí la confirmó y desde ahí ya hizo lo que quiso.
Con algo más de orden, elaboró más los puntos hasta esperar el momento de lanzar el ganador de derecha. Arrasó. Acabó con unas sensaciones fantásticas y ya sí se quitó el amargor de una hora antes. El encuentro se alargó más de lo previsto, dos horas y 42 minutos, pero el triunfo terminó llegando.
Ahora, al tercer favorito le espera el neerlandés Van de Zandschulp, al que ya se ha medido dos veces, aunque hace tiempo. Carlos ganó tanto en el Open de Australia 2021 como en Basilea 2022.