Otegi pone a Illa como ejemplo para abordar el «estatus nacional» del País Vasco

Ante el inminente inicio del curso político en el País Vasco los distintos partidos van fijando sus posiciones en torno a una cuestión que será principal los próximos meses: el debate sobre el nuevo pacto estatutario para la región. Cuestión que ya se ha abordado con anterioridad en el Parlamento vasco en sucesivas ocasiones, quedando en nada, pero que el pacto de Gobierno entre el PNV y el PSE (Partido Socialista de Euskadi) ha vuelto a relanzar. En este contexto y tal y como ha vuelto a repetir este miércoles Arnaldo Otegi en una entrevista para EP, la izquierda aberzale tiene clara su posición. Imprescindible incorporar el «derecho a decidir». Su piedra de toque para un acuerdo que, según el coordinador general de EH Bildu, sería más fácil de alcanzar si los socialistas vascos copiaran el discurso del nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa. «Illa dice que Cataluña es una nación, la lengua catalana forma parte del núcleo de la nación catalana, España es un país plurinacional y aspira a construir Estados federados en el conjunto de Europa», ha dicho el que fuera miembro de ETA. Y ha añadido: «Esta sí es una posición con la que probablemente sería posible alcanzar un acuerdo». Se espera que el Parlamento vasco reactive este mes de septiembre la ponencia de autogobierno, aparcada desde antes de la pandemia del Covid-19, para abordar la cuestión, siendo el propio Imanol Pradales el que la estableció durante su discurso de investidura como fundamental. «Daremos un paso más«, afirmó sobre el compromiso de cumplir lo pactado con el PSOE a cambio de facilitar la investidura de Pedro Sánchez el pasado noviembre (reconocimiento nacional y relación bilateral con España): »Aspiramos a acordar y aprobar un nuevo pacto estatutario». Es el propio pacto de Gobierno sellado entre nacionalistas y socialistas tras las elecciones del 21 de abril el que habla de la ampliación y la mejora del «autogobierno de Euskadi». Sin embargo, sobre el papel, reconocían «coincidencias» y «discrepancias», correspondiendo «a los partidos y no al Gobierno [...]» las decisiones. Eso sí, comprometiéndose a «no impedir propuestas» por ninguna de las partes y a que de surgir alguna de ellas -como, por ejemplo, una proposición de ley para una reforma estatutaria- esta pase por los cauces legales vigentes. Es decir, aprobación en el Parlamento vasco, después en las Cortes Generales y, finalmente, ratificación por referéndum en el País Vasco. Es por esto que desde la propia investidura, a la que EH Bildu también presentó a su candidato, Pello Ochandiano, en su estrategia por rivalizar con el PNV por la hegemonía en la comunidad autónoma, la izquierda abertzale aprieta las tuercas con la exigencia de un referéndum pactado, similar a los celebrados en quebec o Escocia. «España es un Estado plurinacional y Euskal Herria es una nación», ha afirmado hoy en esa línea Otegi: «Luego tendríamos que definir cuáles son los territorios de Euskal Herria, al menos en términos teóricos e históricos». Las conversaciones deberían darse, de acuerdo con lo defendido por el líder de facto de EH Bildu, en parte de forma «pública», pero también «discreta». Y se dirige directamente al PNV como interlocutor. Para él, debe darse «un gran acuerdo entre abertzales, y un acuerdo que también concite la voluntad de los que no son abertzales», en referencia a la «mayoría» de parlamentarios (27 del PNV, 27 de EH Bildu) que defienden que el País Vasco es una nación con derecho a decidir. Así, ha reconocido que todavía espera la llamada de los peneuvistas para la ronda de contactos en la que el nuevo Gabinete de Pradales abordará la cuestión.