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‘Cirugía plástica’ a los logos: Expertos opinan sobre cambio en identidad gráfica del gobierno

En el seno del gobierno de Rodrigo Chaves Robles se montó un quirófano gráfico. Allí, liderados por el actual ministro de Cultura Jorge Rodríguez Vives, se encargó a la empresa Nocaut, del productor audiovisual Christian Bulgarelli, para que realizara una drástica “cirugía plástica” a la imagen de ministerios e instituciones adscritas del Poder Ejecutivo.

Eso fue hace casi un año, en setiembre de 2023, cuando desde la Casa Presidencial se introdujo una nueva identidad gráfica. En ese momento, Rodríguez Vives, quien fungía como ministro de Comunicación, anunció que la imagen de un mapa de Costa Rica en colores azul y dorado unificaría a todos las dependencias gubernamentales.

Con este proceso que, según aseguró Rodríguez tomaría tiempo para implementarse en todos los entes previstos, la cara oficial del país dio un giro enorme. Esta medida significó la desaparición (al menos momentánea) de un sinfín de logos, algunos más memorables que otros, que durante años e incluso décadas representaron la personalidad de los organismos vinculados al Gobierno de la República. Algo así como si de repente abriéramos un álbum de fotos familiar y en cada fotografía nos topáramos con el mismo rostro.

Christian Bulgarelli, creador de los logos del gobierno: ‘El caso del Teatro Nacional me indigna’

Como era de esperarse, estas modificaciones no han avanzado sin provocar remezón en muchos sectores de la población que han dejado clara su molestia. Algunos de los casos más comentados han sido el del Canal 13, del Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart), que creó un nuevo logo en el 2022 (no fue parte de la unificación) y más recientemente del Teatro Nacional, al que se le ordenó cambiar su icónico logotipo de 127 años en su perfil de Facebook.

Al cierre de esta edición, el posteo con la imagen “remozada” del TN en esa red social de Meta, acumulaba casi 1.000 comentarios y más de 2.000 reacciones, entre las que sobresalían 1.292 “me enoja”.

“Debe considerarse que el Teatro Nacional de Costa Rica es símbolo de la Patria y la libertad cultural. No es consecuente someterlo a los designios del gobierno de turno. Solicito, respetuosamente, que se restituya su emblema, que forma parte de su identidad centenaria”, escribió uno de los usuarios.

El ministro Rodríguez, quien es violinista y licenciado en Relaciones Internacionales, argumentó que esta transición está apegada a las “buenas prácticas internacionales” y que “refleja la sobriedad, seguridad y el objetivo común para Costa Rica”. Además, explicó que la Caja Costarricense del Seguro Social, el Instituto Nacional de Seguros, el Instituto Nacional de Aprendizaje, el Instituto Costarricense de Electricidad y la Comisión Nacional de Emergencias mantendrían su imagen habitual, debido al arraigo que ya poseen.

Editorial: El logo del Teatro Nacional

‘La unificación no tiene sentido’

Natalia Villalobos, diseñadora gráfica especializada en construcción de marca y redes sociales, está en desacuerdo con el criterio del exvocero del gobierno. De acuerdo con Villalobos, este cambio es un error que despoja de personalidad y conexión con la gente a las instituciones.

“Cada institución hace diferentes cosas, tiene distintas funciones y la gente las percibe de formas muy diferentes. Para mí sí es necesario que cada una tenga su identidad, porque es demasiado variada para unificar todo. La unificación no tiene sentido porque no todo representa lo mismo”, explicó la profesional en diseño.

“Por ejemplo, en redes sociales, antes yo iba bajando y podía reconocer de qué institución era cada publicación. Ahora nada más veo ese mapa y yo no sé qué es, porque todas lo tienen”, añadió.

Por su parte, Fanny Ramírez, consultora internacional en comunicación política, considera que todo forma parte de una estrategia sin fundamento en los hechos. Para ella, la supuesta unión que busca transmitir la administración Chaves Robles con esta identidad gráfica dista mucho de lo que construye con sus acciones.

“Lo que es importante observar es la narrativa del conflicto que ha imperado en esta administración, la descarga de responsabilidad hacia otros actores políticos y algo que nos ha hecho mucho daño como sociedad, la división y fragmentación social que solo busca culpables en otros. Eso es lapidario en momentos de grandes desafíos nacionales donde se requiere sumar fuerzas. Paradójicamente, lo que la imagen quiere reflejar, de una unidad interinstitucional, es antagónico con la realidad”, comentó.

Villalobos añadió que una marca (sea comercial o gubernamental) no se sostiene solo con un ícono visual; sino que deben converger los valores y prácticas con los elementos visuales.

Como analogía para entender el funcionamiento de la identidad gráfica, la diseñadora comparó a las marcas con personas, quienes buscan a través de su apariencia comunicar externamente su personalidad. Villalobos señaló que sí existían problemas técnicos en los logotipos previos, pero que, en definitiva, la solución del actual gobierno fue errónea.

“Siento que en la mayoría de las instituciones públicas parece que los logos los hicieron ellos mismos y que no contrataron a un diseñador, porque tienen demasiados errores y están saturadísimos. Ya ahí hay un problema. Además, se ve que muchas veces cambian de colores o tipografías; es decir, no hay una línea fija. Pero prefiero los anteriores, que al menos eran diferenciados”, enfatizó.

Sobre el nuevo logo, del mapa azul con dorado, opina que transmite seriedad pero cuestionó la elección de la tipografía y de la paleta de colores, que no se asocia con ningún elemento diferenciador de Costa Rica. También recordó las quejas de usuarios de Internet, quienes criticaron la ausencia de la Isla del Coco en la imagen creada por la empresa de Bulgarelli.

Según el Poder Ejecutivo, los colores azul y dorado están inspirados en el Escudo Nacional. Sin embargo, ninguno de los tonos coincide fielmente a los utilizados en ese símbolo nacional, lo que, añade la diseñadora, impide que se asocien con lo que el imaginario colectivo tiene identificado como Costa Rica.

Sumado a esto, la estratega política Fanny Ramírez declaró que la inversión económica que realizó este gobierno para esta reinvención gráfica es un desacierto, tomando en cuenta otros temas prioritarios que debe atender el país.

“Invertir recursos en medio de la crisis que vivimos en algo así, quizás le sirva a unos cuantos para el próximo proceso electoral y la creación de algún nuevo partido, pero puedo asegurar que en medio de los retos que tenemos como sociedad, perdemos todos”, dijo la comunicadora, quien fue reconocida por la revista Washington Compol entre los 100 profesionales de Comunicación Política más destacados de Iberoamérica.

Christian Bulgarelli explica la ‘cirugía’

En el 2023, al momento de presentar en conferencia de prensa la renovada identidad gráfica del Gobierno de la República, Jorge Rodríguez Vives atribuyó los diseños al equipo de trabajo del Ministerio de Comunicación.

“Nosotros tenemos un equipo de diseño y de producción audiovisual. Justamente porque tenemos un muy buen equipo, es que me siento muy orgulloso y agradecido con ellos por el trabajo en reformular la estrategia de comunicación del Gobierno”, dijo en setiembre del año pasado.

No obstante, a inicios de este 2024, el comunicador Christian Bulgarelli declaró bajo juramento en una comparecencia en la Asamblea Legislativa que toda la producción estuvo a cargo de su empresa Nocaut.

Según confirmó Bulgarelli a La Nación, este trabajo fue realizado “entre abril y julio del año pasado a petición, supervisión y aprobación del entonces ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez Vives”.

BCIE veta a Christian Bulgarelli durante 7 años por ‘fraude y colusión’

Esto formó parte de un contrato de $405.000, que la administración de Rodrigo Chaves pactó con el empresario y que fue financiado con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

“En un momento cuando yo comparto con don Jorge mi preocupación por lo que yo pensé que había sido un error en la conferencia de prensa, donde se presentó esa gráfica, es don Jorge quien me dice que eso lo hicieron ellos; pero lo hicimos nosotros”, comentó en comparecencia ante la comisión investigadora de los contratos del Sinart, el 15 de enero pasado.

De acuerdo con el comunicador, este tipo de procesos inician con un documento técnico que recoge las necesidades del cliente. A Casa Presidencial le presentaron seis propuestas de identidad gráfica, las cuales fueron descartando y pidiendo modificaciones hasta llegar a lo que se tiene hoy.

“En la empresa siempre recomendamos tener mucho cuidado con los logos y las identidades porque son la firma de la marca, no es frecuente que una marca cambie su logo de manera radical. Normalmente se generan retoques o evoluciones de los logos para que la comunicación fluya y no golpear visualmente al público objetivo. Pero al final es el cliente quien manda”, aseveró.

Añadió que a pesar de haber elaborado los logos, desconoce por completo cuál es el objetivo que persigue el Gobierno al unificar todas sus instituciones adscritas bajo una misma imagen; decisión con la cual Bulgarelli se declara en desacuerdo.

“Cada institución tiene su identidad y no es bueno homogeneizar la imagen gráfica. En el caso concreto del Teatro Nacional, como la mayoría de los costarricenses, me siento indignado por la eliminación de una identidad gráfica que data de 127 años, y que es una obra de arte en sí misma”.

“Los funcionarios pasan, las instituciones quedan”, concluyó.

¿Cuán acertada fue esta radical “cirugía plástica” que tuvo el gobierno de Costa Rica? Eso lo juzgarán el pueblo costarricense y la historia. De momento, repase alguno de los logos más representativos que eliminó la administración Chaves Robles.

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