El Sistema Metropolitano de Aeropuertos, promesa incumplida de AMLO
La conformación de un Sistema Metropolitano de Aeropuertos (SMA) fue la apuesta de aviación incumplida por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por lo que la industria continúa sin una política clara en materia aeronáutica, además de que mantiene la incógnita sobre en dónde se alojará el crecimiento del sector, coincidieron expertos consultados por El Financiero.
El SMA incluye al Aeropuerto Internacional de CDMX (AICM), el Felipe Ángeles y el puerto aéreo de Toluca, que tienen una capacidad para albergar a 78 millones de pasajeros al año; no obstante, la demanda aérea en el centro del país se calcula que será de entre 85 y 100 millones de pasajeros hacia el cierre de sexenio de Claudia Sheinbaum.
Para Fabricio Cojuc, consultor aeronáutico independiente, el SMA no solo no sirvió, sino que no pudo nacer debido a la falta de articulación y definición de las vocaciones de cada uno de los puertos aéreos que lo conforman. “Desafortunadamente esa visión ambiciosa y necesaria de construir un Sistema Metropolitano de Aeropuertos ni siquiera está cercana a llegar a ser lo que debería ser. No veo cómo lograr el sistema disociando a los actores clave y sin definir una hoja de ruta en donde quede claro cuál es el papel de cada uno de los aeropuertos”, remarcó.
La construcción del AIFA poco ha servido para acelerar el crecimiento del tráfico aéreo en el Valle de México. Entre enero y julio del 2019, primer año de López Obrador en el poder, y el mismo periodo de este año, el volumen de pasajeros acumulados entre el AIFA y el AICM creció 2.7 por ciento, es decir, el intento de sistema y tras el gasto de más de 80 mil millones de pesos solo sirvió para captar 800 mil pasajeros más de los que se tenía al comienzo de la administración.
El bajo crecimiento se explica por los dos recortes de operaciones en el AICM, ordenados desde la Presidencia, para darle vida al AIFA.
“Al cierre del mandato no va a existir como tal un sistema de aeropuertos en funcionamiento. Tenemos un aeropuerto maltrecho, el AICM; un AIFA que no acaba de despegar, subutilizado y aún subsidiado; y a Toluca, que era parte importante de la ecuación, pero que no ha sido reactivado por completo”, señala Juan Carlos Machorro, socio experto en materia aeronáutica en Santamarina y Steta.
Otra de las razones que abonó en la inoperancia del sistema fue la falta de planeación de objetivos del sistema, agregó Ángel Domínguez, presidente del Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM).
“Toluca tampoco ha logrado mucho mayor crecimiento. Si se puede hacer un gran trabajo en el sistema, pero deben estar incluidas las líneas aéreas para determinar los mercados de estos aeropuertos”, comenta.
Al cierre del 2023, la suma de los pasajeros en los tres puertos aéreos llegó a los 52.5 millones, apenas 4.3 por ciento más de lo que por sí solo el AICM recibió en 2019.
Las propuestas
Con la infraestructura aeroportuaria actual, el SMA todavía puede visualizarse como una opción para lograr el crecimiento en el centro del país, ello siempre que no se tomen medidas arbitrarias y aisladas, coincidieron los expertos.
“Los dos aeropuertos-AICM y AIFA- pueden actuar de forma complementaria, el AIFA se antoja como un aeropuerto para aerolíneas de bajo costo: no tiene restricciones de horarios y no hay potencial de conectividad como lo tiene el AICM; podría trasladar a las aerolíneas para que estas se animen a construir bases de operaciones allí”, dijo Cojuc.
El AICM puede funcionar para aeronaves de mayor tamaño, con la necesidad de una red de conexiones y que tenga un costo más elevado.
En tanto, argumentó el presidente del CPAM, es necesario analizar cuál es la vocación y mercado del aeropuerto de Toluca, e involucrar a todos los actores, desde el gobierno del Estado de México, hasta aerolíneas, colegios, sindicatos y otros actores para planear la activación del sistema.
Aunque el siguiente gobierno heredará más problemas que soluciones en el sector aéreo, Machorro estima que será necesario reconsiderar los estudios de factibilidad aérea para operar, en su máxima capacidad y con eficiencia, el sistema aeroportuario.
“Todavía no existe una certificación que de manera clara y contundente indique que tanto el AICM como el AIFA pueden operar de forma segura de manera simultánea, esa es una de las dudas que quedó desde que se canceló el NAIM”, dijo.
Por ahora, los especialistas coincidieron en que se debe trazar un plan de mantenimiento mayor para el AICM, además de realizar tareas de promoción desde la administración del ‘Felipe Ángeles’, que debe buscar su propio mercado en lugar de continuar quitando pasajeros al puerto aéreo de la capital.