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El reto del nuevo primer ministro francés: buscar dinero para pagar las deudas

Abc.es 
El nuevo primer ministro que nombre Emmanuel Macron se encontrará encima de su mesa dos problemas insolubles: facturas por pagar por un montante de 100.000 millones euros; y las reivindicaciones de la extrema izquierda y la extrema derecha que pueden agravar ese inmenso problema nacional. En una carta oficial, dirigida por el Ministerio de Economía en funciones a todos los diputados de la Asamblea Nacional (AN), se afirma que Francia debe encontrar 100.000 millones de euros, entre hoy y el 2027, para poder cumplir los compromisos de Estado con la UE. El déficit público de este año será del 5,6 % del PIB, y crecerá hasta el 6,2 y el 6,7 % entre 2025 y 2027, arruinando la credibilidad de Francia ante la UE y ante las agencias de notación financiera internacional. François Husson, portavoz conservador en la Comisión de finanzas del Senado, resume así la situación: «Nuestras finanzas públicas están al borde del precipicio». Agrupación Nacional (AN), el partido de Marine Le Pen , y La Francia Insumisa (LFI), los dos principales partidos de oposición en la Asamblea Nacional, se proponen censurar al nuevo ministro cuando presente los nuevos presupuestos del Estado, pidiendo medidas que pudieran agravar la histórica crisis de las finanzas públicas de Francia. Le Pen defiende la renegociación de las relaciones de Francia con la UE, para «revisar» las aportaciones francesas al presupuesto europeo. Mientras tanto, desea suprimir el IVA de los productos energéticos, subir el salario mínimo, revisar la reforma del sistema nacional de pensiones, para restaurar la jubilación a los 60 años. Más gastos, con menos ingresos para el Estado. Mélenchon , líder de LFI, recuerda los puntos capitales del programa común del Nuevo Frente Popular (NFP): subir los impuestos, subir el salario mínimo, derogar la reforma del sistema nacional de pensiones… Crecimiento anunciado de los déficits públicos. A la espera de un gobierno 'híbrido', donde puedan cohabitar los cuatro partidos fieles a Macron, los conservadores tradicionales, y algunos «socialistas» independientes, el presidente francés y su nuevo primer ministro deberán intentar evitar las tentaciones de censura bien visibles, a la extrema derecha y la extrema izquierda. Le Pen ha comenzado por pedir una sesión extraordinaria de la AN, para «sacar a Francia del caos donde la ha metido Macron». Le Pen ha avanzando las condiciones previas para no presentar una moción de censura: «Trato respetuoso», «restauración de un nuevo modelo electoral, proporcional», «abordar con urgente los problemas del nivel de vida, la inmigración y la seguridad». Primer partido del NFT, LFI insiste en que propondrá la censura si el nuevo gobierno no «integra» las grandes líneas de su programa de «ruptura» con las políticas de François Hollande (presidente entre el 2012 y el 2017) y Emmanuel Macron (presidente desde el 2017). Metralla política permanente. A la espera de la presentación del posible gobierno que pueda formar el primer ministro elegido por Macron, su primera tarea será la de intentar organizar su resistencia contra la guerra política sin cuartel que anuncian sus numerosos adversarios.

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