Muniain cumple su sueño más romántico y jugará en la liga argentina

Iker Muniain tenía entre ceja y ceja jugar en Argentina. Al navarro le fascinaba la pasión de sus estadios y le atraía la cultura del país. Soñaba con jugar en River Plate. El pasado mes de abril, cuando supo que no iba a continuar en el Athletic, pensó que igual era el momento adecuado para cumplir esa meta. Dicho y hecho. Al final no será el River, pero sí en San Lorenzo de Almagro. El equipo azulgrana, del que es hincha el Papa Francisco, anunció a lo grande este sábado el fichaje del jugador, una extravagancia en estos tiempos en el que son los futbolistas sudamericanos los que acuden en masa a Europa , y no al revés. A Muniain poco le importaron los cantos de sirena que le llegaron de los países árabes, donde hubiera ganado bastante más dinero. En Argentina no llegará ni al sueldo que cobraba en el Athletic. No está la economía de los clubes de allí como para tanto. Pero en esta ocasión ha podido más el romanticismo. Muniain podrá vivir en primera persona lo que siente un jugador de fútbol al saltar al césped en La Bombonera, el Monumental o el Nuevo Gasometro, que a partir de ahora será su nuevo hogar. El excapitán del Athletic, de 31 años, ha quedado vinculado a San Lorenzo hasta diciembre de 2025. En su presentación se mostró un vídeo referido a dos históricos españoles que jugaron en el conjunto azulgrana, los vascos Isidro Lángara y Ángel Zubieta, que se incorporaron al club en 1936 tras huir de la Guerra Civil. Las primeras palabras de Muniain en su nuevo club se las dedicó al primero de ellos, que en su estreno con el Ciclón marcó cuatro goles a River Plate , los primeros de los 110 que anotó en 121 partidos: «Vasco, llevo poco tiempo aquí en Argentina, pero te cuento que me hablaron de ti. Me dijeron que viniste huyendo de la guerra, que dejaste a tu familia, que estabas solo, que no te conocía nadie. Me contaron que al bajar del avión te dijeron: 'dale que entras', y en tu debut metiste cuatro goles. Escuché que te aplaudían hombres de traje y corbata, que hacías crujir los tablones y que ibas a meter 110 goles en total. Así empezaste a construir tu leyenda. Sé que Boedo fue tierra de vascos y de sus tambos hace ya mucho tiempo, y que siempre será tu hogar. El tiempo pasó, ya no estás solo, no huís de nada. Ahora descansas en la historia del Ciclón. Y entendí que a los vascos nos quedan historias pendientes. De eso, me encargo yo», contaba Muniain mientras se ponía su nueva camiseta. Ya sobre el césped del Nuevo Gasometro, Muniain reiteraba su ilusión por recalar en la liga argentina: «Todo lo que vi me encantó, me ilusionó. Cuando uno es jugador y ve a la hinchada de un equipo tan grande como la de San Lorenzo y esa creatividad que ellos tienen y cómo alientan al equipo me remueve por dentro y me dan muchas ganas de vestirme de corto y empezar a jugar». San Lorenzo ocupa el puesto ocupa el puesto 23 en la liga argentina después de 12 jornadas, con tres victorias, cuatro empates y cinco derrotas. A estas alturas ya está fuera tanto de la Copa Libertadores como de la Copa Argentina.