¿Cómo se forma el plástico?

Imagine por un momento un mundo sin plástico. ¿Podría? Probablemente, no. El plástico nos rodea y ha transformado nuestra vida cotidiana, desde los envases de los alimentos hasta los dispositivos electrónicos. Producto tras producto, mercado tras mercado, los plásticos desafían los materiales tradicionales y consiguen ganarles la batalla. Sustituyen al acero de los coches, al papel y al vidrio en los embalajes, y hasta la madera de los muebles. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Es posible que no nos hayamos detenido a pensar que la historia del plástico es muy similar a la historia de la evolución del ser humano, tanto en rapidez como en capacidad de adaptación a las necesidades. Y es que al igual que nuestra especie -que fue la última en aparecer y ha conquistado todo el planeta- el plástico ha sido el material más moderno desarrollado por el hombre y el que en apenas dos siglos ha ocupado todos los rincones de nuestra geografía. En poco tiempo el plástico se ha coronado como el rey de los materiales: asequible, seguro e higiénico y, además, puede ser moldeado por el ser humano a su antojo. El nombre de este material proviene del griego «plastikos» y significa que se puede moldear. Esto se debe a que el plástico presenta una enorme flexibilidad, cualidad que le permite adaptarse a diferentes aplicaciones y formas. Los orígenes del plástico se sitúan en Estados Unidos, en el año 1860. Durante esta época se produjo un descenso importante en las reservas de marfil, un material muy utilizado por aquel entonces. Con el objetivo de hacer frente a esta situación la empresa Phelan & Collander lanzó un concurso dotado con un premio de 10.000 dólares para aquella persona que fuese capaz de producir un material adecuado para fabricar bolas de billar. John Wesley Hyatt (1837-1920) fue el ganador con una creación bautizada como «celuloide». Se trataba de un material obtenido de la disolución de celulosa en alcanfor y etanol, que fue clasificado como el primer paso en el desarrollo y evolución del plástico hasta nuestros días. Un poco más adelante, en 1907, Leo Baekeland, un químico norteamericano,inventó la baquelita. Se convirtió en la primera sustancia plástica sintética que se podía moldear con calor y que, una vez se enfría, se convertía en un material termoestable, resistente y aislante. En sus inicios este material se utilizó, entre otras aplicaciones, para aislar los sistemas de cableado. Volviendo a los plásticos. Derivan principalmente de hidrocarburos, que son compuestos orgánicos formados por átomos de carbono e hidrógeno. La principal fuente de hidrocarburos -para la fabricación de plásticos- es el petróleo crudo, que se extrae de yacimientos subterráneos a través de la perforación de pozos petroleros. Utilizando el etileno como molécula base, y a través de reacciones de polimerización, se obtienen polímeros formados por cadenas largas (polímero termoplástico), el material que todos conocemos, y del que se producen hasta sesenta y cinco millones de toneladas anualmente . Y es que, como decíamos más arriba, ha sido el último en llegar y el primero en colonizar todos los rincones de nuestro planeta.