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Pradales insiste en que “ha llegado el momento” de reformar el Estatuto y de reconocer la nación vasca

Aboga por iniciar un proceso "discreto" de negociación en Euskadi y con el Estado en el marco de "oportunidad" que ofrece el actual Gobierno de Pedro Sánchez en España

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Apenas tres meses después de acceder al cargo, el nuevo lehendakari, Imanol Pradales, ha solemnizado este miércoles que “ha llegado el momento” de iniciar el proceso para negociar en Euskadi y con el Estado un nuevo Estatuto que supere el de 1979, aunque no orilla que la prioridad sigue siendo completar las transferencias pendientes desde hace cuatro décadas y media. Está acordado con el Gobierno de Pedro Sánchez que, de cara a 2025, se acometan los traspasos pendientes, incluida la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, nunca antes cedido a ninguna comunidad autónoma. Pero sostiene igualmente que hay que aprovechar la “oportunidad” del “contexto” que ofrece la actuación mayoría política en el Congreso para activar un proceso que implique también el “reconocimiento de la realidad nacional” vasca. “Es la hora de ser valientes”, ha insistido.

Pradales ha comparecido este miércoles el Nueva Economía Fórum, celebrado en un hotel del centro de Bilbao que se ha llenado para escuchar la intervención del presidente vasco, como él mismo ha remarcado sorprendido. En su discurso, por la lógica del formato, ha hecho mucho hincapié en cuestiones económicas, como su apuesta clara por la industria, la inversión y lo científico-tecnológico, que incluso ha merecido una cartera propia en su amplio gabinete, el más amplio de la historia de la democracia en Euskadi. No ha negado las “incertidumbres” mundiales existentes pero ha dibujado un panorama macro satisfactorio en el caso vasco, donde espera “consolidar” que haya un millón de personas “trabajando y cotizando”.

Sin embargo, se ha mostrado también muy insistente en que “ha llegado el momento” de explorar ese “nuevo pacto” estatutario. La promesa como tal no es nueva. Acompañó al lehendakari, Iñigo Urkullu, desde 2012 hasta 2024, sin que llegara a cristalizar nunca aunque se hicieron trabajos en una ponencia del Parlamento Vasco hasta 2020. Ahora bien, PNV y PSE-EE incorporaron este punto como uno más de sus acuerdos de cara a la legislatura nueva y también el PNV ha arrancado compromisos en este sentido a cambio de su apoyo a Sánchez en España.

Explica Pradales que la Euskadi de 2024 no es la de 1979. Ha citado, por ejemplo, que es necesario incorporar al Estatuto los efectos de la entrada en la Unión Europea, de 1986, y los nuevos derechos sociales que se han ido reconociendo. La vasca es la única carta autonómica no reformada junto con la de Galicia. Pero también aspira a lograr nuevas competencias que den “respuesta” a “necesidades” de la sociedad vasca -no las ha explicitado- y, sobre todo, un marco de “garantías” para el “cumplimiento efectivo” de las prerrogativas previstas. El PNV lleva años quejándose de que el Tribunal Constitucional es un “árbitro comprado” y que hay pulsiones “recentralizadoras” en Madrid. Muy en la línea de Urkullu, pone como ejemplo el Concierto Económico, el sistema de financiación singular de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y que es negociado de modo “bilateral” entre el Estado y la comunidad autónoma. “Es de aplicación a un nuevo marco jurídico de relaciones institucionales y políticas entre Euskadi y el Estado”, ha dicho. ha mencionado también que el proceso se completará con un referéndum, pero es algo ya contemplado en el procedimiento ordinario de reforma estatutaria.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, presente entre el público, ya ha anunciado una ronda con los partidos para intentar empezar a negociar las bases de esa reforma del Estatuto. Pradales ha delegado en su partido este proceso y ha pedido que sea “discreto”. “Quiero favorecer el clima que permita que avance una ronda de conversaciones”, ha afirmado. Ha añadido que, “como lehendakari”, le toca “estar especialmente focalizado en las transferencias pendientes”, es decir, en las negociaciones con el Estado para lograr acuerdos en materias como la gestión del literal, las ayudas cinematográficas o la gestión de la Seguridad Social.

El lehendakari ha aprovechado el foro para hacer un pequeño balance de sus primeros meses en Ajuria Enea. Ha destacado que tiene un Gobierno con mayoría absoluta en el Parlamento -donde no se ha celebrado ninguna votación ni ninguna sesión de control desde que accedió al cargo-, una coalición con el PSE-EE que es “estable y sólida”. Eso sí, no ha orillado que de las elecciones de abril el PNV salió con un “mensaje claro y nítido” en forma de caída de apoyos que luego se repitió con más intensidad en las europeas de junio. Eso sí, ha alertado de que EH Bildu, que le empató en escaños, ofrece un modelo alternativo “que tiene diferencias de raíz” con el suyo y ha avisado implícitamente de que esa misma formación política “jalea” regímenes como el de Venezuela. “Yo estoy contento. Está siendo intenso. Tenemos un equipo magnífico. Tenemos una ilusión y motivación enorme. Hay un gran ambiente. Ganas de hacer cosas. Ya llegarán los momentos de estar más cabreados”, ha señalado también.

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