World News in Spanish

Para el CEO de Ledesma, "la economía ya tocó piso" y empezó una "leve recuperación"

Para Javier Goñi, CEO del gigante agroindustrial Ledesma, la economía argentina ya "tocó piso", después del freno de actividad que provocó en la primera mitad del año el ajuste que inició el gobierno de Javier Milei, "el mayor en la historia de la humanidad", como suele decir el Presidente.

"Hoy empezamos a ver que se llegó al fondo, que ese tocó piso en junio, julio. Hay una leve recuperación. Hay precios que todavía faltan acomodarse, como tarifas y algo de combustibles", dijo el ejecutivo, en diálogo con la prensa en las oficinas del grupo. "Somos bastante cautos. Pero en agosto ya se vio recuperación, aunque en niveles inferiores a los del año pasado", aclaró.

Sus visión coincide con la que expresó Marcos Gaperin, CEO de Mercado Libre y confeso partidario de Milei, en una entrevista que difundió el lunes la agencia Reuters.

"El direccionamiento estratégico del Gobierno es el correcto. Está haciendo las cosas que se tenían que hacer. Esas cosas cuestan. Pero no se podía seguir con una inflación tan alta. Manejar una compañía en un contexto de inflación del 25% mensual es muy complicado", agregó. 

"Soy moderadamente optimista. Nosotros, como empresa, seguimos trabajando en competitividad. Pero tuvimos que cambiar el chip. Ya no estar pendientes de si conseguimos la SIRA o no, o cuánto ajustamos los precios por la inflación, sino cómo soy cada vez más competitivo en costos", completó.

"El equilibrio fiscal es clave para contener la inflación. Si eso no está, ningún plan funcionará. Si está, hay más chances de que la inflación baje", apuntó. Goñi también dio su punto de vista sobre el valor actual del dólar. "Si el tipo de cambio se atrasa, quita competitividad. Pero eso también se puede compensar con quita de impuestos o costos logísticos: un container en el puerto de Buenos Aires cuesta u$s 700; en el de San Pablo o Valparaíso, u$s 100. La descompetitividad viene de afuera de la empresa", remarcó. 

Ledesma, controlada por la familia Blaquier, tiene cuatro unidades de negocios: Azúcar y alcohol, Papel y librería, Frutas y jugos, y la actividad agropecuaria. En mayo, cerró su último año fiscal con una ganancia de $ 39.160 millones, tras ingresos por $ 694.388 millones. En el ejercicio previo (2022/23), había facturado $ 629.230 millones, con un beneficio de $ 51.027,9 millones.  Esto se fue producto de la combinación neta de un aumento del 17% en la ganancia bruta y de un incremento del Impuesto a las Ganancias, explicó el grupo en su reporte integrado.

"En términos generales fue un buen año. Pero fue un año partido. Una primera mitad con una dinámica marcada por una inflación en alza y desesperación de la gente por no tener los pesos en la mano y convertirlos en bienes que se depreciaran en menor medida. Y una segunda mitad en la que se cayó la actividad y hubo una menor venta al cliente final, que tuvo menor interés en acumular más stock inmovilizado", describió Goñi.

"Aun así, tuvimos una ganancia neta de u$s 40 millones. En los últimos cuatro, cinco años, tuvimos un proceso de baja de la deuda muy importante. Llegamos a deuda cero: u$s 30 millones, con un ebitda de u$s 130 millones", aportó Juán Fernández, CFO de Ledesma. "La inversión estuvo en torno a los u$s 40 millones, u$s 45 millones el año pasado. Estimamos que este año será igual", retomó el CEO.

"Pusimos más énfasis en la exportación. En este ejercicio, iremos a u$s 150 millones o u$s 170 millones, desde los u$s 100 millones del último año", anticipó. La proyección incluye todos sus productos: papel, azúcar y fruta. En este último, ya el 90% es exportación a mercados como, por ejemplo, España. en el caso de la fruta fresca. No obstante, de la mano de Coca-Cola, con quien Ledesma tiene firmado a largo plazo un acuerdo de abastecimiento de aceites, incrementa cada vez más la proporción de productos industriales en sus despachos al exterior.

Los Estados Unidos y Chile, en tanto, son sus mayores compradores externos de azúcar. Ledesma cubre, prácticamente, toda la cuota, de 45.000 toneladas al año, que habilita el país de América del Norte para venderle el commodity. 

"En Papel y librería, el desafío está en ver cómo se recompone la demanda y cúando se termina de depurar el sobrestock", señaló Goñi. En los primeros seis meses de 2024, apunto, el consumo aparente de papel de librería, embalaje y obra cayó 40%. "Ese indicador son las ventas de las fábricas. Reflejan que cayó el consumo pero que todos los distribuidores tenían stock", precisó.

Entre tanto, Ledesma planea profundizar la veta de nuevos negocios. Por caso, la producción de envases descartables para gastronomía, elaborados con pulpa de caña. Inició este mes la venta de la línea Caña Pack, inicialmente compuesta por bandejas y bowls, a los que se sumarán vasos. Fue resultado de una inversión de u$s 6 millones, iniciada hace dos años. 

"Fabricaremos 50 millones de unidades al año. La idea es duplicar capacidad y llegar a las 100 millones", dijo Goñi. La definición se tomará, a más tardar, a mediados del año próximo. En caso de avanzar, el desembolso será "algo menor", aclaró, ya que los u$s 6 millones iniciales contemplaron, además de al compra de tres máquinas en China -se requerirá traer otras tres-, la edificación de la nave donde se instalaron.

"Con la fibra de la caña, se obtiene la pulpa: parte se quema para generar energía renovable y otra parte se usa para papel. Nos pasa que tenemos una generación de pulpa muy mayor a la capacidad de producción de papel", explica una de las razones de los nuevos productos, adicional a lo que, en su momento, fue la caída de las ventas de papel de librería, primera consecuencia directa que sufrió en pandemia.

"Estos productos son sustitutos del plástico. Reemplazar el plástico es un negocio muy interesante. Además, la mayoría del plástico para envases hoy es importado de China", contextualizó. Agregó que el negocio, para Ledesma, es "muy escalable": por ahora, sólo insume el 1% de la pulpa total que elabora.

De momento, la venta comenzó en septiembre, a través de un distribuidor que le vende a casas de comida. Ledesma tuvo diálogos con Alsea, la operadora de Burger King y Starbucks en el país.  También, con YPF, mayor vendedora de café de la Argentina (34 millones de unidades en 2023). La petrolera está interesada particularmente en los vasos.

Читайте на 123ru.net