Edmundo González: «No he sido coaccionado ni por el Gobierno de España ni por el embajador español»
Mientras el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, sigue haciendo públicos datos sobre la reunión que mantuvo, junto con la vicepresidenta Delcy Rodríguez , en la residencia del embajador español, Ramón Santos, en Caracas, en la que se coaccionó a Edmundo González para firmar un documento, este ha vuelto a emitir un comunicado. En el texto, el presidente electo de Venezuela, «ante las diversas versiones que circulan», quiere aclarar «cualquier duda o malentendido» sobre su traslado a España. González afirma que «no ha sido coaccionado ni por el Gobierno de España ni por el embajador español en Venezuela, Ramón Santos». Y explica que las gestiones diplomáticas realizadas tuvieron como único propósito «facilitar mi salida del país, sin ejercer ningún tipo de presión sobre mí». En el texto indica que el Gobierno español se comprometió a garantizar su seguridad durante el desplazamiento hacia el avión de la Fuerza Armada Española, «así como en mi llegada a España». «Esas medidas tuvieron como finalidad principal permitir la continuidad de la tramitación de mi solicitud de asilo ante el Estado español, bajo condiciones de seguridad y respeto a mis derechos». Gestiones que fueron supervisadas por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, «asegurando en todo momento mi bienestar y libertad de decisión», subraya González. Albares ha insistido desde que llegó González a España que el papel de España ha sido únicamente el de facilitar el traslado, como señala el presidente electo en el comunicado, sin embargo, la vicepresidenta Delcy Rodríguez ha mantenido que le otorgó un salvoconducto a González «producto del acuerdo entre ambos gobiernos». La declaración del presidente electo se produce tras la gran repercusión de unas imágenes en las que se ve al embajador Santos presente en un encuentro en el que, según el propio Edmundo González, fue coaccionado para firmar una carta en la que acataba las decisiones de las instituciones venezolanas y aceptaba realizar una actividad «limitada» fuera de Venezuela. «Consideré que era más útil libre fuera que encerrado» , afirmó sobre su decisión de firmar la carta.