Las jubilaciones anticipadas caen un 20% tras la reforma y ya son menos de un tercio de las nuevas pensiones
La primera parte de la reforma de las pensiones empieza a revelar el impacto de las medidas implantadas en su tercer año de funcionamiento. Es el caso del nuevo esquema de coeficientes reductores para la jubilación anticipada que entró en vigor en 2022 y que si bien sólo endureció los supuestos en los que se anticipa el retiro el máximo tiempo posible, entre los meses 24 y 23 en los que se aplican recortes de hasta el 21%, ha logrado que el uso de esta modalidad de jubilación se reduzca considerablemente. Concretamente, entre enero y julio de 2024 se han producido un total de 201.260 jubilaciones, de las que 58.386 son retiros anticipados -con menos de 65 años-. Estos son exactamente un 18% menos que en el mismo periodo de 2021, previa entrada en vigor de la nueva normativa. Y suponen un 29% del total, es decir, menos de un tercio de todas las salidas del mercado laboral y 9 puntos porcentuales por debajo del peso que tenía esta modalidad de retiro en 2021, cuando el volumen en el mismo periodo de siete meses era del 38%. Cabe recordar en este punto que el Gobierno llevó a cabo el cambio de sistema de penalizaciones para la jubilación anticipada con el objetivo de desincentivar su uso en los casos en los que la Seguridad Social detectó que se concentraban: para las rentas por encima de la base máxima de cotización, que al asumir las penalizaciones sobre la base reguladora de la pensión aún mantenían la cuantía de la pensión máxima pese a haber adelantado el retiro el máximo legal de dos años. De hecho, esta caída de las jubilaciones anticipadas tiene margen de ampliarse en los próximos años ya que la segunda derivada de la reforma -aparte de los nuevos coeficiente- es que las reducciones pasaron de aplicarse sobre la base reguladora a hacerlo sobre la cuantía de la pensión calculada , endureciendo el recorte de forma considerable. Además, esta operación se aplica sólo desde comienzos de este año para los causantes de la pensión máxima de jubilación, que han disfrutado de una ventana de dos años en la que los porcentajes aunque sustancialmente mayores que en la anterior versión -pasando de un máximo del 16% por los dos años de retiro a un 21%-. Por lo que el pensionista que a día de hoy se retirara 24 meses antes de la edad legal -64 años y 6 meses para aquellos que hayan cotizado menos de 38 años- debería de descontar ese 21% sobre la cuantía de la prestación. Sumado a este menor uso del retiro anticipado está la mejora de la jubilación demorada -que suma un porcentaje adicional del 4% a la pensión por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria o una cantidad a tanto alzado dependiendo de los años cotizados y que oscila entre los 5.000 y los 12.000 euros de media por año-, que han llevado a aumentar la edad efectiva de jubilación , que se sitúa ya en los 65,2 años , según revela Seguridad Social.