Para el Banco Mundial "el ajuste extremo era necesario": alerta por pobreza y debate por nuevos impuestos
El Banco Mundial actualizó las proyecciones de crecimiento para América latina a 1,9% para este año mientras que, para la Argentina, se mantuvo sin cambios frente a la estimación de junio pasado: una caída de 3,5% para 2024.
Así lo detalló en la presentación del informe "Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento", donde se mete en el debate global sobre la estructura tributaria. Mientras en el G20 se analiza un impuesto a los súper ricos, en la Argentina, el Gobierno de Javier Milei redujo la presión tributaria del impuesto a los Bienes Personales, uno de los que se considera más progresivos.
En términos de actividad, para el 2025 el Banco Mundial estimó un rebote al 5% en Argentina, en línea con lo que planteó el ministro de Economía Luis Caputo en el proyecto de Presupuesto.
"Los extremos ajustes fiscales de la Argentina eran necesarios para bajar la inflación del 25% al 4% mensual, lo que es un increíble logro", dijo William Maloney, el economista jefe del Banco Mundial para América latina. "La clave para seguir haciendo progreso es el equilibrio de las cuentas fiscales", planteó sobre la gestión de Milei.
"Esto requiere tener las cuentas en orden para tener una política monetaria sensata", agregó el economista del BM.
Como contrapartida, reconoció que hay una "gran preocupación por el fuerte crecimiento de la pobreza en el primer semestre en la Argentina" pero consideró que se verá una mejora a partir del repunte de la actividad el año próximo.
Sobre la base para el rebote de la actividad indicó que se ve "alguna recuperación del sector de automóviles, de motocicletas y bien raíces" y señaló que esperan que ese cuadro continúe. "La clave para seguir progresando es poder tener estas cuentas fiscales sostenibles, entonces ahí es donde hay que seguir progresando", enfatizó.
El escenario para América latina y el lastre argentino
"América latina está ganando la batalla contra la inflación", aseguró el economista jefe William Maloney, que se lo atribuyó a la profesionalización de los Bancos Centrales.
"Si se saca a Argentina, que tuvo un año duro, con una caída del 3,5%, la región crecería 2,6%", indicó Malloney sobre el lastre que genera el país. Con Argentina el crecimiento es del 1,9% este año y 2,6% el próximo. El año que viene, sin Argentina, el crecimiento de la región sería de 2,3%, porque ahí descuenta el efecto del "rebote" que se espera con el salto a 5% del país en 2025.
En términos fiscales, Maloney consideró que los déficits todavía están altos, los servicios de deuda son pesados por las tasas que se pagan y eso deja poco espacio para invertir en la infraestructura y la transición energética. La baja de las tasas internacionales podría mejorar las condiciones financieras para los países de América latina.
Nuevos impuestos progresivos
El economista del Banco Mundial planteó que, para asegurar ese espacio fiscal, es necesario revisar el esquema tributario. "Los impuestos a la producción en América latina son de los más altos" dijo y señaló que pueden desincentivar la inversión.
Sobre cuáles pueden ser los impuestos a aplicar, consideró que la propiedad es la parte más grande de la riqueza, pero "las valuaciones de las propiedades son bajas y por eso los ingresos por impuestos son bajos". Este tipo de tasas son más progresivas, enfatizó.
En la región, los impuestos a la propiedad en general recaudan solo un 2% del total -por debajo del promedio mundial-, a pesar del hecho que el 80% de la riqueza en la región radica en bienes inmuebles. "Hay gente pobre y de clase media que puede tener propiedad en América latina y no quiere decir ir hacia un sistema más regresivo, sino encontrar la forma de hacerlo", enfatizó Maloney.
Los súper ricos y el debate en el G20
El otro punto es gravar a los súper ricos, una propuesta que llevó Lula da Silva, el mandatario de Brasil, al G20 que este año lo tiene además como presidente pro tempore. El informe argumenta que "la desigualdad persistente, los impuestos elevados a la inversión productiva que limitan el crecimiento, y la continua falta de espacio fiscal llevaron a una situación donde gravar la riqueza es una forma posible de abordar estos tres problemas".
"¿Es la bala de plata para los problemas fiscales?", planteó Maloney y consideró que se podrían conseguir fondos a nivel global pero en América latina hoy pocos multimillonarios y no están entre los más ricos del mundo.
Según detalló el informe, la región "exhibe un bajo nivel de recaudación en torno a los impuestos a la riqueza, donde representan el 2,7% del total recaudado, comparado con 12,8% en América del Norte o 4,3% en Europa Occidental y Central, aunque se observa una gran variabilidad entre los países de ALC.