Doña Sofía y los bárbaros
Hay una imagen de hace años que me conmovió y que, cuando años después falleció mi padre, me volvió a la memoria del dolor y el desgarro. No fue la de Don Juan Carlos llorando al paso del féretro de su padre en El Escorial. Fue la de una Reina aferrada a su mano, anegada en lágrimas, sujetando y compartiendo la pena inmensa por la pérdida de un suegro que se sacrificó por su marido. La imagen de Doña Sofía me tocó, como ocurriría años después con la de Teresa ante el ataúd de mi padre, marino como Don Juan y compañero de charlas del Conde de Barcelona en la cámara de oficiales del Juan Sebastián Elcano. Cuando hoy una... Ver Más