Ganarse unos segundos en carretera puede costar la vida propia o de inocentes, recuerda director de Tránsito
El exceso de velocidad fue la principal causa de muerte en carretera en 2022 y 2023. Todo indica que seguirá ocupando esa posición en 2024, ya que se le atribuyen 118 de los decesos por accidentes viales ocurridos hasta setiembre. Esta cifra supera en 17 las muertes provocadas por invasión de carril contrario.
Los fallecimientos causados por conducir a velocidades mayores a las permitidas representa el 32% del total en carreteras, 353 casos hasta setiembre.
“Debemos comprender que la velocidad mata, y es más probable cuando hay poca visibilidad, cuando la calle está mojada, como ocurre frecuentemente en este mes de octubre. Debemos comprender que el costo-beneficio de supuestamente ganar unos segundos o unos minutos con maniobras imprudentes es demasiado desigual, ya que el costo puede ser la vida propia o de inocentes”, llamó a reflexionar Oswaldo Miranda, director de la Policía de Tránsito, en un comunicado de prensa enviado este jueves.
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De acuerdo con el informe de ese cuerpo policial, a lo largo de este año 2.681 conductores han sido sancionados por exceso de velocidad. De estos 1.087 (40%) superaban en 20 km el límite permitido en esa zona, por lo que recibieron una multa de ¢61.000. Otros 806 superaron el límite máximo autorizado en al menos 30 km, para una sanción de ¢123.000.
Además, 584 conductores fueron multados con ¢246.000 y acumularon 4 puntos en la licencia por superar en al menos 40 km el límite máximo permitido. Por ejemplo, en una zona de 60 km/h, viajaban a 105 km/h.
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Los casos más graves, destacó Miranda, fueron los de seis conductores que no respetaron el límite de 25 km/h en zonas escolares con presencia de estudiantes, lo que les supuso una multa de ¢123.000. Aún más alarmantes fueron los casos de 198 conductores que viajaban a más de 120 km/h, quienes recibieron multas de ¢364.000 y acumularon 6 puntos en la licencia.
La detección de infractores de la ley de tránsito, sin embargo, se ve obstaculizada por la falta de oficiales, ya que a finales de 2023 se contaba con solo 693 funcionarios. Excluyendo a los encargados de labores administrativas, apenas hay 126 oficiales por turno para vigilar 32.075 kilómetros de carreteras en todo el país.
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Además, los integrantes de la Policía de Tránsito enfrentan condiciones difíciles de trabajo, debido a la falta de patrullas, uniformes y las malas condiciones de sus sedes.