Una herencia escondida en un cobertizo que desaparece y una vivienda okupada: «Mi hermana me ha robado»
Hace ocho años que murió su madre. Enrique se emociona al recordar todo lo que le ha ido pasando desde que esta falleció y así lo evidencia en la entrevista con Estefanía Ruiz, una de las reporteras de ' TardeAR ' (Telecinco), que ha ido hasta Ayamonte, en Huelva, para conocer de cerca la historia de este vecino onubense que está pasando por uno de sus peores momentos. Una cifra, 65.000 euros , y una propiedad, un piso en la localidad donde reside, que conforman una herencia envenenada que está tras una familia totalmente fracturada y una persona que se encuentra en la ruina más absoluta. ¿Qué ocurrió? Según ha relatado Enrique, su madre falleció de cáncer hace ahora ocho años. Ella, que siempre había ahorrado cuanto podía para afrontar los imprevistos que llegaran, contaba con 65.000 euros. Esta cantidad la tenía bien guardada en un cobertizo, cerrado bajo llave , de la que había tres copias guardadas en una mesita de la casa de la mujer. Tras despedirse de ella, Enrique, que es uno de los tres hijos que tuvo esta mujer, acude a casa de su madre para revisar sus enseres y objetos personales y cuál es su sorpresa cuando, al ir al cobertizo a ver si estaba el dinero, con idea de proceder al reparto de la herencia, se encuentra con que todo había desaparecido. «Por su puesto se que ha sido una de mis hermanas. El dinero no desaparece de la noche a la mañana, está claro, y fue todo muy rápido. Si solo nosotros teníamos acceso a él y yo no he sido, está claro quién es la culpable», ha comentado el afectado a las cámaras de ' TardeAR '. Y esta herencia 'robada' no queda aquí. La fallecida residía en una vivienda, un bajo en Ayamonte, que ahora está ocupado de manera ilegal por la hija de su hermana, por su sobrina, «y todo esto de gratis, sin posibilidad de que se vaya para poder vender la casa y así repartir lo que corresponda a cada uno de nosotros». Una historia rocambolesca, que como decía Manu Marlasca podría ser guión de una película, pero que es totalmente real y que tiene a Enrique en la más absoluta ruina, en una situación económica muy complicada y sin saber qué hacer. De momento el caso está en manos de su abogado. Se han puesto denuncias pero a día de hoy « el Juzgado no da señales de vida». Sobre lo que ocurrirá, todo está por ver. Lo que sí queda claro es que nuevamente las herencias llegan a veces para romper familias y terminar con la paz en casa.