Este es el puente más largo del Perú: mide más de 2 mil metros y tuvo una inversión de S/618 millones
El Perú se ha destacado por grandes proyectos de infraestructura, y uno de los más notables es un puente de más de 2 mil metros de longitud. Su construcción comenzó durante el gobierno del expresidente Pedro Pablo Kuczynski y, con una inversión superior a los S/618 millones, esta obra busca conectar áreas clave de la Amazonía y ha impulsado el desarrollo regional. No obstante, ha generado inquietudes en sectores indígenas por posibles repercusiones ambientales, desatando expectativas y controversias en torno al equilibrio entre progreso y preservación.
¿Cuál es el puente más largo del Perú y dónde se ubica?
El puente Nanay, que se alza sobre el río del mismo nombre, es actualmente la estructura más larga del país. Con una longitud de 2.283 metros y un ancho de 14.8 metros, se sitúa en Punchana, en la provincia de Maynas, Loreto. Su construcción responde a la necesidad de mejorar la conectividad entre Iquitos y comunidades más alejadas, como Mazán e Indiana, cruciales por su cercanía con la frontera colombiana.
Le sigue en tamaño el puente Max Hongler, con 724.80 metros, y el puente Presidente Guillermo Billinghurst en Madre de Dios, que alcanza los 723 metros. Esta infraestructura destaca no solo por su envergadura, sino por su papel fundamental en transformar el transporte y comercio regional.
El tramo final del puente Nanay
Originalmente, el puente Nanay terminaba en un huerto de frutas, lo cual generó curiosidad y críticas por parte de los residentes y medios locales. Recientemente, se ha reportado que las obras para completar el segundo tramo están en marcha, lo que modificará esta singular característica. Al final del puente, se han establecido pequeños puestos de comercio donde los visitantes pueden adquirir productos locales y agua potable, lo que ha dinamizado el comercio en la zona.
¿Cuándo comenzó la construcción del puente Nanay?
La construcción del puente Nanay inició formalmente el 28 de noviembre de 2018, como parte del ambicioso plan de integración vial de Loreto. El consorcio encargado, Puentes Loreto, incluyó a destacadas compañías como Mota Engil, Cosapi e Incot. Con una inversión total que superó los 618 millones de soles, el proyecto enfrentó múltiples desafíos, desde la logística hasta la crítica por la falta de consulta previa a las comunidades indígenas.
El segundo tramo, que se espera beneficie a más de 120 mil personas, aún no tiene fecha de conclusión. Esta etapa es clave para garantizar una vía completa que contribuya a la seguridad y eficiencia del transporte, pese a la falta actual de iluminación en algunas secciones.
¿Cuáles son los principales beneficios del puente Nanay?
El puente Nanay representa un avance notable para los habitantes de Loreto, quienes ahora pueden trasladar sus productos sin depender del transporte fluvial y sus costos asociados. Esto ha facilitado las actividades comerciales y ha permitido un acceso más rápido y seguro entre los pueblos y la ciudad de Iquitos. Asimismo, las autoridades destacan la relevancia del proyecto para mejorar la infraestructura vial y promover el desarrollo económico en una región históricamente aislada.
Los atractivos turísticos cerca del puente Nanay
El entorno del puente Nanay es rico en atractivos turísticos que resaltan la biodiversidad de la Amazonía. Entre los lugares de interés se encuentra la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, conocida por su gran diversidad biológica y la presencia de especies endémicas. Este destino es ideal para el ecoturismo y la observación de aves, atrayendo a turistas nacionales e internacionales.
A poca distancia, el Caserío Padre Cocha ofrece una experiencia inmersiva en la vida y costumbres de las comunidades locales, mientras que la ciudad de Iquitos, con su emblemático Malecón Tarapacá, invita a disfrutar de vistas al río Amazonas y una oferta variada de gastronomía y cultura. Más al sur, la Reserva Nacional Pacaya Samiria se erige como un punto clave para safaris fotográficos y paseos en bote, consolidando la región como un destino eco-turístico de primer nivel.