La playa en Sudamérica que nadie visita: Perú la cedió a Bolivia para crear un gran puerto pero terminó en abandono
En 1992, el expresidente peruano Alberto Fujimori y el exmandatario boliviano Jaime Paz Zamora fortalecieron las relaciones entre ambos países al firmar un acuerdo que otorgaba a Bolivia el derecho de uso de una franja costera llamada 'Boliviamar'. Esta área, de cinco kilómetros de extensión, se ubica al sur de la carretera que bordea el litoral peruano. Sin embargo, con el tiempo, el territorio ha sido abandonado, dejando en suspenso el futuro de esta playa.
El acuerdo entre Perú y Bolivia
La iniciativa tenía como objetivo fortalecer las relaciones comerciales y turísticas entre ambos países. Esto implicaba que Perú cedía un territorio en el sur, específicamente en Moquegua. El acuerdo evidenció que la playa quedaría en manos del país vecino durante los siguientes cien años.
Desde el anuncio de este histórico acuerdo, Bolivia se mostró satisfecha, pues finalmente vislumbraba una alternativa para su anhelada salida al mar, con lo cual dejaría de depender exclusivamente de Chile tras la pérdida de sus provincias costeras en la Guerra del Pacífico (1879-1884). No obstante, con el tiempo, esa emoción inicial se fue desvaneciendo.
El proyecto incluía la creación de una zona franca industrial y facilidades para el uso de instalaciones portuarias. Sin embargo, los intereses bolivianos no quedaron completamente satisfechos, ya que, desde la perspectiva peruana, la zona se orientaría más hacia el rubro turístico.
Promesas fallidas y el inminente abandono del proyecto 'Boliviamar'
El gobierno boliviano esperaba que la zona se convirtiera en un puerto funcional con una infraestructura de calidad que impulsara sus exportaciones, pero la falta de inversión y desarrollo impidió que esto se materializara. Con el tiempo, la población boliviana también comenzó a expresar su insatisfacción con el acuerdo, considerando que la cesión del área costera en Perú no cumplía los resultados prometidos para mejorar la economía ni la conectividad del país.
Los proyectos portuarios no se concretaron por falta de inversionistas como por la carencia de un plan que impulsara el desarrollo adecuado de la zona. Además, la actividad es mínima, ya que pocos empresarios bolivianos aprovechan esta costa debido a que las tarifas son notablemente más altas en comparación con los terminales chilenos. Por lo tanto, quienes realmente sacan provecho de este litoral son los pescadores peruanos, que emplean las rocas escarpadas para crear criaderos naturales de peces.
Los 67 años que le quedan a Boliviamar
Actualmente, este lugar sigue abandonado, y el país altiplánico parece no estar dispuesto a ceder en su posición respecto a convertir Boliviamar en un puerto relevante. Esto impulsaría inevitablemente la demanda y transformaría esta playa en un atractivo destino turístico, con restaurantes y hospedajes, algo que hasta ahora no ha sucedido.