Aurelio Fernández : «Lucena tiene sus tres culturas históricas y una cuarta: el emprendimiento»
Juan Galindo le cambió la vida, o se la encauzó, a Aurelio Fernández García (Lucena, 1975) . El alcalde de la pujante localidad de la Subbética , la segunda en población tras la capital de la provincia, era bueno en las Matemáticas y cuando acabó el Bachillerato le propuso a su madre irse a estudiarlas en la Universidad de Sevilla: la mujer, que había enviudado prematuramente unos años antes, se opuso y fue a hablar con Galindo, el profesor del menor de sus tres hijos, con la intención de que le quitara al chico la idea de la cabeza. La respuesta no fue la que esperaba, sino justamente la contraria: «Aurelio vale para las Matemáticas», le dijo. Así que no había nada que hacer y el chaval acabó graduándose en la disciplina que le apasionaba. La política vino después: tras más de dos décadas dedicado a la docencia, siempre en institutos públicos de Lucena, el PP se fijó en él, un hombre aún joven muy integrado en su pueblo y que estaba en todos los círculos cofrades y de las tradiciones populares. La primera llamada, en 2018, fue de Salvador Fuentes , y Aurelio rechazó la propuesta. Al poco le insistieron José Antonio Nieto y Adolfo Molina, y ya no se resistió: concejal en la oposición en el mandato que empezó en 2019, el partido lo colocó en el numero siete de la candidatura a las autonómicas de 2022 y salió elegido en plena ola ascendente de Juanma Moreno y su mayoría absoluta. En las municipales de 2023 fue cabeza de lista en Lucena: desde entonces es el alcalde de la ciudad que le vio nacer, en la que vive con su mujer y sus dos hijos y de la que se confiesa enamorado. «Aquí llevaba gobernando el PSOE desde el siglo pasado», bromea Fernández. -Le tengo que preguntar por el descrédito de la política tras lo que ha ocurrido en Valencia. ¿Es consciente de ello? -Sí, totalmente. Esas imágenes de personas afectadas por las inundaciones con una actitud violenta ante las autoridades, ante los Reyes, nos deben hacer reflexionar. No se puede hacer política de todo. La crisis que se ha vivido es de tal gravedad que no hay político con una varita mágica que lo pueda resolver de una manera inmediata, y lo que los ciudadanos no quieren son más guerras políticas ni que nos echemos la culpa unos a otros. Nosotros estamos para solucionar problemas, no para crearlos. A los portavoces de este Ayuntamiento les he pedido que vayamos todos a una para ayudar a estas personas que han sufrido las inundaciones, que no nos apuntemos tantos. -Ayer [por el lunes, pues la entrevista se realizó el martes] decía Arturo Pérez-Reverte en la televisión que esto no tiene arreglo, porque un político siempre le dará prioridad a los dictados de su partido que a las necesidades de los ciudadanos. Usted, que llegó a la política con una profesión ya ganada, cómo encaja las directrices o la jerarquía de su formación. -El llegar a la política con una profesión a la que puedes volver te da una libertad que otros a lo mejor no tienen, y es importante que los políticos no dependamos de, eso, la política. En este equipo de gobierno la mayoría estamos en esa situación. Lo que es importante es salir del despacho para conocer la realidad, que no está aquí, sino en la calle, en una plaza, en una reunión de amigo. Y hay que escuchar, sobre todo a quienes te dicen qué no estás haciendo bien. -Juan Cano, el fundador de Eurosemillas, reflexionaba entre líneas el pasado domingo en estas páginas sobre la caída en picado del tejido industrial de la provincia en los años setenta y ochenta del siglo pasado y venía decir que quedaba poco más que Lucena. ¿Qué tiene esta ciudad? Usted tiene que saberlo. -Esa pregunta me la hacen mucho, y la respuesta es que Lucena tiene a los lucentinos, que son personas emprendedoras por naturaleza. El otro día, en una charla, una persona recordaba que Lucena había sido la ciudad de las tres culturas, la cristiana, la judía y la musulmana, y añadía que tenía una más, que era la emprendedora. Y lo comparto totalmente, porque aquí se ven cosas… Con la crisis que hubo en el sector del mueble hay empresas muy potentes que han sabido reconvertirse y que siguen generando muchos puestos de trabajo. Quizás ahora lo que más suena es el frío, que es un sector emergente, consolidado y reconocido a nivel tradicional: he traído hasta a consejeros a visitar empresas del sector del frío y se van sorprendidos de lo que hay aquí. Hay gente que dice que el pasado judío tiene mucho que ver en el carácter emprendedor, en ese gen del lucentino, y es posible. Lo que está claro es que Lucena es un referente a nivel empresarial e industrial no sólo en Córdoba sino en Andalucía entera. Recuerdo que el consejero de Industria, Jorge Paradela, dijo en una visita para presentar un plan del sector del frío que ojalá hubiera muchas Lucenas en Andalucía. Lo que nos corresponde a las administraciones es estar al lado de las empresas, no obstaculizarlas. Creo que vamos por el buen camino. -¿La Junta de Andalucía le ha puesto en un apuro al dar marcha atrás en el proyecto del Hospital de Alta Resolución? -Aquí no tenemos nada cerrado. Soy una persona optimista por naturaleza y confío en que esto va a salir adelante. Lo que es necesario es que tengamos cosas concretas ya. No podemos seguir dando largas, echando el balón hacia adelante, porque llevamos más de veinte años en nuestra ciudad hipotecando las mejoras sanitarias a ese futuro centro: aquí no se ha hecho prácticamente nada pensando que ya vendrá, que ya vendrá. Tenemos unas Urgencias en un sitio que no es el mejor, hay problemas en los centros sanitarios. Todavía no he visto una marcha atrás de la Junta: hasta que no vea lo que van a hacer no puedo decirlo. La Junta ha dicho muchas cosas pero no ha concretado nada: estoy a la espera de una reunión con la consejera de Salud para ver qué tienen previsto. Lo que no podemos es seguir sin tener nada por no tenerlo todo. Voy a reivindicar lo que llevamos tantos años esperando. Voy a seguir peleando. -Aunque la pelea sea con los suyos. -Evidentemente. Creo que es mejor llamar a la puerta de una administración que gestione tu partido, porque la sintonía es mayor. -¿Y qué están haciendo ustedes como equipo de gobierno en relación a este asunto? -Podía haberle dado largas. Pero aquí no hemos venido a eso, aquí hemos venido a hacer cosas. Estoy convencido de que si el soterramiento de la línea de alta tensión estuviera hecha desde hace dos años, que es cuando correspondía que estuviera hecha, la situación sería diferente. ¿Qué hemos hecho nosotros? Sacar del cajón ese proyecto. Cuando trabajamos con Endesa todos sabemos los problemas que hay, pero eso no quiere decir que las cosas no se hagan. Nosotros hemos licitado y adjudicado esa obra, y estamos a la espera de que se haga, lo que debe ser cuestión de meses. -La seguridad ciudadana. ¿Va a más o a menos? -Hay problemas puntuales, sí, pero la sensación de los ciudadanos es que viven en un sitio seguro. Hay una zona de ocio donde ha habido algunos problemas y nosotros no miramos hacia otro lado: hemos llegado a cerrar establecimientos. Estamos intensificando la vigilancia en esa zona y hay un contacto directo con los vecinos y con la Policía Nacional. Estamos además con el proyecto de instalar cámaras en distintos puntos de la ciudad. -¿Y cuándo se instalarán? -Nos hubiera gustado que se hubieran instalado antes, pero uno de los problemas de las administraciones es la burocracia, los trámites, y confío en que en los próximos meses esto sea una realidad. Esto es una prioridad para nosotros, porque va a dar una mayor sensación de seguridad. -¿En qué punto se encuentra el proyecto del aparcamiento de la Huerta del Carmen? -Todo los trámites administrativos siguen el camino que tienen que seguir, y confiamos en que la licitación y la posterior obra de ejecución va a empezar pronto. De ese aparcamiento se lleva hablando más de veinte años. El de la plaza Nueva funciona, va bien, pero no es suficiente, porque aquí hay mucha actividad. Hacen falta más plazas. Nosotros creemos en la colaboración público-privada para el proyecto al que se refiere, que está además en la zona del Palacio de Justicia, al que por cierto no le damos la importancia que tiene porque también se llevaba hablando de él más de veinte años, y ya la tenemos ahí. -¿Disponen de los tres millones de euros que tienen que poner para construir la nueva subestación eléctrica? -Es algo que no está cerrado. Hemos hablado de estimaciones. Lo que está claro es que vamos a poner lo que sea necesario, porque no podemos tener hipotecado el futuro de nuestra ciudad, en vivienda y en crecimiento industrial. Aquí no va solo el Ayuntamiento: van también planes parciales, empresarios que tienen que aportar. Si nosotros tenemos que tirar del carro, vamos a hacerlo. Estamos a la espera de tener una reunión en los próximos días con la Junta, AVRA, el Ayuntamiento de Cabra y los planes parciales. Ya se ha hecho una estimación de las potencias necesarias. Estamos en el paso previo a la licitación. -¿Cómo van los trámites para construir un hotel en dos edificios históricos propiedad del Ayuntamiento? -Es una de las opciones que estamos planteando. Tenemos varios edificios municipales, como la Tercia o el Golem, frente al Conservatorio, o la Bodega Víbora, que hay que poner en valor, pero para eso hace falta mucho dinero, y vamos a incluir algunos de ellos en los próximos fondos europeos. Queremos hacer algo en la bodega Víbora, que está derruido, y queremos que sea de carácter social. Y, sí, hay falta de plazas hoteleras, somos conscientes de ello. El proyecto hotelero en los edificios municipales está en pañales. En verdad que es algo de lo que se llegó a hablar y hubo conversaciones con un grupo inversor que estaba interesado, pero tenemos que terminar encajar el proyecto, y de momento no está muy avanzado el tema.