«Por un río vivo, no a las luces»
El río es el Manzanares, pero bien podría ser el Turia, y las luces son las que quiere poner Almeida , el de la mascletá y aquel pato muerto que luego resultó que llevaba varios días a la 'faisandée', pero podrían ser las de la Ilustración, luminarias del XVIII contra los rigores de una religión que antes era cristiana y hoy es climática. El eslogan lanzado por las asociaciones vecinales ribereñas, por Teresa, que desde hace días se movilizan contra el alcalde de Madrid –«Por un río vivo, no a las luces»– resume de forma involuntaria y exacta, lo han bordado en su pancarta, el estado de las cosas que nos han llevado hasta el lodo medioambiental que sale de... Ver Más