La reinvención de una churrería casi centenaria de Carabanchel
Los bisabuelos de Mari Ángeles ya eran churerros , aunque fue su abuelo el que abrió, en 1939, el local que regenta ahora con sus dos hijas en la calle Antono Leyva. Antes, Mariano daba de desayunar a medio Carabanchel en plena calle, con las delicias que hacía en una sartén calentada por un bidón de carbón. Para subrayar la solera del negocio familiar, en cuanto se hizo con él Mari Ángeles lo rebautizó como Quinta Generación. «Estoy orgullosa de haber continuado el legado de mi padre y de mi abuelo. Aunque él era ebanista de profesión, cuando falleció su padre se quedó con la churrería. Era su vida. Mis hijas me dicen que madrugue menos, que baje más tarde,... Ver Más