World News in Spanish

El ejemplo de los dos “Grandes de España"

Este lunes pasado, los españoles hemos sido testigos de dos acontecimientos que nos han hecho sentir muy orgullosos como españoles y como ciudadanos de bien. Por un lado en Málaga, la despedida oficial de las canchas de tenis de ese enorme deportista y persona que es Rafa Nadal y por otra la emotiva, cercana y muy querida visita de los Reyes a los pueblos de Utiel y Chiva para “estar y escuchar “ a unas gentes manchegas y valencianas rotas por el dolor y la incertidumbre de un futuro, que todavía no han acertado a vislumbrar.

La valentía y la determinación son dos virtudes que siempre han definido el carácter de los españoles a lo largo de los tiempos. Rafa Nadal a lo largo de su densa y exitosa carrera deportiva ha demostrado con creces, saber afrontar los retos y momentos más difíciles en lo personal y deportivo, con ese arrojo y decisión que solo los “grandes” hombres lo saben hacer cuando su responsabilidad se lo demanda. La palabra sacrificio, humildad y caballerosidad ha sido una constante fuera y dentro de las canchas de tenis:

“Hiciste que España estuviera orgullosa…hiciste que todo el mundo del tenis estuviera orgulloso", sentencia Roger Federer en su carta de despedida a Rafa. “Me hiciste disfrutar incluso más el juego”. Gracias Rafa.

Ese mismo orgullo es el que hemos sentido los españoles al ver a nuestros Reyes sufrir y llorar con su pueblo estos días. Valentía y determinación, las mismas cualidades que Nadal. Hay que ser valientes y arriesgados para mantenerse firme ante el dolor y la desesperación de unas gentes que solo querían oír palabras de consuelo y esperanza. Tranquilizadas las aguas turbulentas de su primera visita a Paiporta, las de Utiel y Chiva han demostrado que la Corona se basta para representar con dignidad y decisión al Estado  y que el papel del Rey como Jefe del Estado no es meramente formal como aluden los puristas al interpretar el Título II de la Constitución y sus artículos dedicados a la “misión” que como tal le asigna la Carta Magna.

¿Qué le impide tomar al Rey sus propias decisiones cuando su pueblo sufre, se siente abandonado  y solo quiere ser atendido en sus justas demandas a quienes les gobiernan?

Hace muy bien la Corona en dar un paso adelante con determinación como nuestro gran Nadal hacía cuando el rival estaba a punto de vencerle y sabía arremangarse para hacerle frente con toda su inteligencia y fortaleza física. La fortaleza, no solo la física, es otra virtud que en esta ocasión ha unido a estos dos grandes españoles con la inestimable compañía de la Reina.

Señor, creo que para muchos españoles estos días nos hemos sentido ilusionados porque atisbamos que, con su necesaria y urgente aportación, pueden hacerse realidad sus propias palabras: “La razón última de nuestros éxitos y progresos en la historia reciente ha sido precisamente la unidad de  nuestro país, basada en nuestros valores democráticos y en la cohesión en los vínculos sólidos del Estado con nuestras comunidades autónomas y la solidaridad entre todas ellas”.

Читайте на 123ru.net