Larga vida a los solos de guitarra, al metal y a Iron Maiden
“¡Grita para mí, Ciudad de México!”, pidió Bruce Dickinson, mano extendida hacia el público, pero largo y cano corriendo en el aire. México respondió. Iron Maiden regresó a nuestro país después de un par de años, ahora con su gira ‘The Future Past World Tour 2024’, y con ellos el metal al corazón de México. “Caught Somewhere in Time” abrió la noche — después del clásico “Doctor, Doctor” de U.F.O. que siempre abre los conciertos del grupo, seguida por “Stranger in a Strange Land”. Conocidos por su fortaleza física, energía y contacto con el público, Iron Maiden no dejó que los años se notaran y los cinco británicos se presentaron tan potentes como en 1992, la primera vez que nos visitaron. “Hola, México. ¡Wow! lograron llegar, genial. Empezamos un poco tarde porque no queríamos que 20,000 mil personas se perdieran el show”, explicó el vocalista inglés, y es que ya eran pasadas las 21:15 horas y el concierto aún no empezaba (se había anunciado que empezaría 20:50) y algunos asistentes ya comenzaban a ponerse ansiosos. Dickinson también comentó que 60,000 personas estaban siendo parte del concierto y considerando que el nuevo Estadio GNP tiene una capacidad fe 65,000 espectadores, es posible que la cantidad total de asistentes fuera un poco menor. OCESA confirmó que la afluencia total del concierto fue de 55,000 personas. Independientemente de los números — que sabemos que también reflejan una realidad de la preferencia actual de las audiencias —, los que acompañaron al grupo esta noche fueron más que suficientes. La explanada saltaba, las gradas también, y cada que uno de los 3 guitarristas (Dave Murray, Adrian Smith o Janick Gers) protagonizaba con un solo o un riff, los aficionados rugían con energía guardada de años esperando a sus ídolos.“The Writing on the Wall”, “Days of Future Past”, “The Time Machine” y “The Prisoner” continuaron en el repertorio, mientras que los testigos se movían al ritmo de Nicko McBrain, se dejaban disparar por el bajo del mítico Steve Harris y respondían a la atracción magnética de Bruce Dickinson, probablemente uno de los ‘frontman’ más influyentes de la historia. “Death of the Celts” y “Heaven Can Wait” fueron canciones importantes del setlist de Iron Maiden — aquí vivimos los disparos entre Bruce Dickinson y Eddie The Head, La famosa botarga e imagen del grupo, otros momentos inolvidables se vivieron con “Can I Play With Madness”, una de las favoritas definitivas del público mexicano, así como con “Alexander the Great”, pero fue con “Fear of the Dark”y “Iron Maiden” que el concierto llego a su clímax. Los mexicanos corearon cada palabra de ambas canciones y también disfrutaron con “The Trooper” y “Wasted Years”, que llegaron un poco más tarde.AMG