Lluvias focalizadas anegaron casas, carreteras y fincas en Garabito y península de Osa
Las lluvias focalizadas no han cesado en el Pacífico central y sur, donde varias familias sufrieron el embate de la naturaleza durante la noche del miércoles, con torrenciales aguaceros.
En Quebrada Ganado de Tárcoles, Garabito, las quebradas crecidas dejaron a varias familias sin pertenencias, tras lluvias intensas registradas entre las 6 p.m. y las 8 p.m. En el lugar, muebles, camas y electrodomésticos resultaron dañados, sumándose a las emergencias ocurridas semanas atrás en Guanacaste y la zona sur. En las cercanías del cementerio de Tárcoles, también ingresó agua en las viviendas, afectando a los vecinos. Ante esta situación, el Comité Municipal de Emergencia acudió al lugar para brindar ayuda.
En Punta Leona de Garabito también se registraron lluvias torrenciales y anegamientos de calles, sin embargo, en esta ocasión esa parte del cantón no tuvo afectaciones significativas, ya que únicamente se reportaron pequeños deslizamientos en carreteras, los cuales ya fueron despejados. Luego de un recorrido por la zona hotelera y residencial, se confirmó que no hubo daños graves como en otros sectores, dijo César Vargas, vocero del municipio.
José Luis Herra, vecino de San Juan de Sierpe de Osa, informó por redes sociales que las lluvias arrasaron con su casa y el terreno donde tenía algunos cultivos de maíz y plátanos, así como unas gallinas. Lo perdió todo pues el lodo entró por toda la casa.
Paulo Solano, meteorólogo del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), confirmó que en Drake y Puerto Escondido de Osa se registraron acumulados de 281 litros por metro cuadrado (mm), mientras que en Garabito fueron 102 mm y en Quepos 152 mm, principalmente en períodos cortos de tiempo. Para tener una referencia, un aguacero normal acumula 60 mm en 12 horas, lo que ilustra la magnitud de las lluvias focalizadas que continúan afectando diversos sectores de la costa pacífica.
Este jueves, también se registraban lluvias fuertes en San Carlos, Santa Cruz, Belén, playa Potrero, los alrededores del golfo de Nicoya y otros puntos de Guanacaste. En el Pacífico central y sur, se prevén más aguaceros durante lo que resta del mes.
Para Guanacaste y el Valle Central, el efecto del frente frío de este viernes generará fuertes vientos, lo que erradicará las lluvias en estos sectores, que han sido duramente afectados a lo largo del mes.
La alerta amarilla sigue para todo el Pacífico donde persiste el riesgo de deslizamientos por lo saturado de los suelos. La Comisión Nacional de Emergencias informó este jueves que la emergencia no ha terminado y todavía hay más de 450 personas en 11 albergues.
Esa entidad ha entregado más de 57.000 diarios y ha invertido más de ¢500 millones en 62 intervenciones con maquinaria en carreteras y caminos.
Frente frío desde este viernes
La masa de aire frío asociada al empuje frío N.º 2 continúa desplazándose por el norte del mar Caribe. La parte frontal de esta perturbación atmosférica, conocida como frente frío, comenzará a influir significativamente en gran parte del territorio nacional a partir de este viernes.
El meteorólogo Juan Diego Naranjo, del IMN, explicó que los efectos más notorios de este fenómeno se presentarán durante los próximos tres o cuatro días. Entre las principales consecuencias están el aumento en la intensidad del viento en el Valle Central, Guanacaste y las cordilleras, así como un incremento en la cobertura nubosa, lo que generará una sensación térmica fresca. Sin embargo, no se espera una disminución drástica en las temperaturas, ya que la parte más intensa de la masa de aire frío no llegará al país.
Durante el día, los habitantes de Limón, el Valle Central y la zona norte serán quienes perciban un clima más fresco. Además, se esperan lluvias en Limón, San Carlos y Sarapiquí, con posibles afectaciones en zonas montañosas de Cartago, Coronado, Heredia y otros puntos del Valle Central, ya que el frente frío se prevé débil.
Naranjo destacó que el aumento en la intensidad de los vientos provocará ráfagas de entre 30 y 60 km/h, con máximos puntuales de hasta 90 km/h en las cordilleras.
Se deben extremar cuidados por caída de árboles, ramas, rótulos y tendido eléctrico en todas las zonas de fuerte viento. Muchos árboles tienen sus raíces en terreno inundado y por eso con el fuerte viento pueden ceder y caer en casas o tendido eléctrico. También se advierte por mar picado a la navegación.