Milei: después de la súper semana de pizza y champán, viene una de acidez
Una cosa es que el Presidente exija el cumplimiento de sus órdenes. Otra, peligrosa, exigir de todos el mismo pensamiento, naturalmente no otro que el suyo.
Una cosa es que el Presidente exija el cumplimiento de sus órdenes. Otra, peligrosa, exigir de todos el mismo pensamiento, naturalmente no otro que el suyo.