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Elecciones en Uruguay: entre la continuidad de la centroderecha o la izquierda de Pepe Mujica

Por Paula Estañol.

Uruguay cerró este jueves sus campañas electorales de cara a la segunda vuelta presidencial de este domingo. El izquierdista Yamandú Orsi y el candidato del oficialismo, Álvaro Delgado se disputan el sillón presidencial en una carrera que se presume cerrada y que podría desembocar en una alternancia en el poder.

En la primera vuelta el candidato de izquierda, el frenteamplista Yamandú Orsi se quedó con un 43,7% de los votos, mientras que el oficialista Álvaro Delgado llegó con un 26,9% para el balotaje. Los expertos auguran un final apretado e incierto, así lo confirma el politólogo Adolfo Garcé, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de la República en Montevideo, quien explica que será una elección muy competitiva.

“Es muy difícil saber qué es lo que va a pasar porque la coalición de gobierno podría ser reelecta con el candidato Álvaro Delgado, que fue la mano derecha del presidente Luis Lacalle Pou durante estos años, pero también podría pasar que llegara el Frente Amplio, que es el partido más grande del país, cuyo candidato es Yamandú Orsi y podría ganar el balotaje, pero realmente estamos hablando de unos 20 mil o 30 mil votos de diferencia entre los dos”, indicó Garcé.

Todo va a depender de hacia dónde se irán los votos del resto de los candidatos que participaron en primera vuelta, una suma y resta complicada y que deja todo en manos de los indecisos que podrían decantarse tras evaluar la gestión del actual gobierno, el de Lacalle Pou.

Para el politólogo, el mandato de Lacalle Pou fue bastante positivo, “el Gobierno logró reducir la inflación, manejó bastante bien la pandemia, sobre todo durante el año 2020 y llevó adelante una reforma de la seguridad social difícil. Este gobierno tiene algunos méritos y por eso podría ser reelecto” indicó.

Sin embargo, Garcé reconoce que no todo fue positivo y que el oficialismo podría perder la elección por otros temas: “Estos años fueron años muy difíciles, aunque el Gobierno manejó bien la pandemia, hubo caída del producto, aumento de la pobreza, problemas sociales que se acumularon, además de algunos escándalos vinculados con denuncias de corrupción y eso también afecta el desempeño electoral de los partidos de Gobierno” agregó.

Orsi afirma sus promesas justamente en la honestidad de su futuro gobierno, pero más allá de eso Delgado y Orsi no plantean un giro radical en la política de este país, el menos convulsionado de Suramérica. Podría haber una alternancia política o tal vez no, lo único claro es que nadie alterará el ritmo uruguayo.

Garcé afirma que en efecto ya se ha abierto una alternancia y que hay confianza en el sistema electoral. “El Frente Amplio ya gobernó Uruguay durante 15 años, después gobernó durante 5 años esta coalición de centro derecha que puede ser reelecta. Puede pasar que sean las 20:30 de la noche o las 21:00 de la noche del domingo y todavía no sepamos quién es el presidente. En todo caso, en este país nadie impugna nunca una elección, nadie piensa que puede haber fraude. El sistema electoral del país es extraordinariamente seguro, la ciudadanía confía en los resultados. Así haya 10 mil votos de diferencia, no va a haber problema”, aseguró el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de la República en Montevideo.

Para vencer en este balotaje no es necesario alcanzar la mitad más uno de los sufragios emitidos, sino que basta con conseguir el mayor número de votos.

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