Un impuesto a los turistas para luchar contra el alquiler ilegal: la batalla de la 'ecotasa' balear
Una de las principales medidas que se pondrán en marcha entre 2024 y 2028 con cargo al gravamen se enfocará en luchar contra la comercialización turística irregular, que contará con una partida de 25,3 millones. "La oferta ilegal supone una de las mayores lacras", señala el conseller Jaume Bauzá
El mapa y la lista de las 639 viviendas turísticas en Palma: al menos un 37,6% más se comercializa de forma ilegal
El pasado mes de octubre, la presidenta del Govern balear, la popular Marga Prohens, anunciaba un incremento del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), que grava las pernoctaciones hoteleras en los establecimientos reglados por ley: desde hoteles cinco estrellas plus, donde se aplica una tasa de 4 euros diarios por estancia, a pensiones, albergues y campings, gravados con 1 euro diario, además de a los cruceros. Impulsado hace ocho años por el Ejecutivo de la socialista Francina Armengol con el espíritu de minimizar el impacto del turismo masivo en la naturaleza y en el medio ambiente, así como desarrollar proyectos dirigidos a compensar la huella turística sobre el territorio, el aumento de este tributo despertó de inmediato la disconformidad de los hoteleros.
A juicio de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), la medida, que contrasta con las impulsadas por otras comunidades gobernadas por el PP, más proclives a rechazar el cobro de tasas turísticas a pesar de tratarse de un tributo que se aplica en numerosas ciudades europeas como París, Roma o Ámsterdam, supondrá una “nueva penalización” a los visitantes que se alojan en la “oferta reglada” mientras la “oferta ilegal campa a sus anchas”. El proyecto del ITS para los próximos años dedica, sin embargo, parte de su presupuesto, 25,3 millones de euros, a desarrollar un total de siete proyectos dirigidos a combatir la oferta turística ilegal.
Se trata de una de las principales medidas que prevé implantar el Ejecutivo autonómico en un territorio que, durante los últimos meses, ha vivido inmerso entre manifestaciones contra la masificación turística y la carestía de vivienda en Balears y que, de nuevo, han situado sobre la mesa los debates sobre la necesidad de buscar un equilibrio económico y medioambiental sin dejar de lado a una industria, la turística, que representa más del 45 % del Producto Interior Bruto (PIB) de las islas, emplea a más de 200.000 trabajadores y genera más de 16.000 millones de euros en ingresos anuales.
El año pasado, el archipiélago marcó un récord histórico de 17,8 millones de turistas. Sin embargo, los residentes acusan una saturación que cada año roza límites extremos, además de sufrir las consecuencias de la comercialización turística ilegal, el impacto del desarrollo turístico y la actividad humana en las islas, constantemente amenazadas por el ladrillo y el asfalto, y un acelerado proceso de degradación que prevé agravarse en los próximos años fruto del impacto del cambio climático. Un estudio de la Universitat de les Illes Balears (UIB) constató, además, que los turistas consumen en las islas el 24,2 por ciento de los recursos hídricos, unos 33 millones de metros cúbicos al año.
Según la Asociación de Viviendas de Alquiler Turístico (Habtur), la patronal del alquiler turístico en Balears, en Mallorca existen 12.000 viviendas destinadas a alquiler vacacional con un total de 104.000 plazas -una cifra alejada de las 18.035 viviendas y las 111.928 plazas que el Instituto Nacional de Estadística contabilizaba en agosto de 2023–. Solo en Palma, de acuerdo a los datos del INE recabados por elDiario.es el pasado mes de junio, el 37,6% de las 639 viviendas turísticas con las que cuenta la capital balear funcionan sin disponer de los permisos necesarios. La grave situación habitacional que atraviesa el archipiélago se topa también con otra problemática: la de los 'caseros fantasma', propietarios extranjeros que no viven en las islas pero explotan turísticamente las viviendas con las que cuentan en Balears a precios desorbitados que, a su vez, provocan el encarecimiento tanto del alquiler como de la compra para buena parte de los residentes locales.
Según Habtur, la patronal del alquiler turístico en Balears, en Mallorca existen 12.000 viviendas destinadas a alquiler vacacional con un total de 104.000 plazas -una cifra alejada de las 18.035 viviendas y las 111.928 plazas que el INE contabilizaba en agosto de 2023–. Solo en Palma, el 37,6% de las 639 viviendas turísticas con las que cuenta la capital balear funcionan sin disponer de los permisos necesarios
La lucha contra la oferta turística ilegal
En el caso de la oferta turística ilegal, tanto Consells Insulars como ayuntamientos prevén desarrollar, con los fondos recibidos del ITS, distintos proyectos dirigidos a mejorar las inspecciones, la seguridad y la concienciación en este sentido. Entre otros, el Ajuntament de Palma contempla destinar 5,8 millones a esta medida entre 2024 y 2025. Asimismo, está previsto que el Consell Insular de Eivissa y el Ajuntament de Sant Antoni de Portmany destinen 512.522 euros a la construcción de una oficina sostenible para la Policía Local en primera línea turística de zona portuaria, así como 3.381.383 euros a la mejora de la inspección y la seguridad en relación con la comercialización turística irregular.
En esta misma línea, el Consell de Mallorca subvencionará con 4.192.508 euros actuaciones de lucha contra la oferta turística ilegal, la mejora de la imagen de la isla, la calidad y la ordenación, mientras que el de Menorca lo hará por 1.879.685 euros.
Tanto Consells Insulars como ayuntamientos prevén desarrollar, con los fondos recibidos del ITS - 25,3 millones de euros-, distintos proyectos dirigidos a mejorar las inspecciones, la seguridad y la concienciación en relación con la lucha contra el alquiler turístico ilegal
“La oferta ilegal supone una de las mayores lacras para el ecosistema turístico. Hace que aumente el número de plazas disponibles, pero lo hace sin ningún control y sin ninguna garantía de calidad o sostenibilidad al estar fuera de la legalidad. Además, supone un grave perjuicio para aquellos que hacen las cosas bien, que tienen su plaza turística y que pagan sus impuestos”, subraya, en declaraciones a elDiario.es, Jaume Bauzá, el conseller balear de Turismo, Cultura y Deportes, quien señala que esta problemática acaba afectando a otros ámbitos más allá del turístico, como ha denunciado la ciudadanía y otros numerosos sectores en los últimos años, especialmente en Eivissa, la isla más maltratada por el consumo de territorio y el abuso de precios tanto en la vivienda como en los productos básicos. “No podemos olvidar que también entraña un riesgo para nuestros visitantes, que sin saber que están optando por una oferta ilegal pueden terminar siendo engañados y estafados”, recalca.
Por ello, para luchar contra esta oferta ilegal, el conseller apunta que los Consells Insulars necesitan reforzar sus sistemas de control e inspección. Es, indica, la primera vez que las administraciones supramunicipales han podido presentar proyectos de este tipo para que puedan ser financiadas con el ITS. Bauzá explica que desde el Govern también se encuentran trabajando con plataformas de alquiler turístico para poner freno a la oferta ilegal y, sobre todo, eliminarla de las plataformas online.
La oferta ilegal supone una de las mayores lacras para el ecosistema turístico. Hace que aumente el número de plazas disponibles, pero lo hace sin ningún control y sin ninguna garantía de calidad o sostenibilidad al estar fuera de la legalidad. Además, supone un grave perjuicio para aquellos que hacen las cosas bien, que tienen su plaza turística y que pagan sus impuestos
La desestacionalización: una “estrategia turística muy clara”
El Govern también reservará 47,8 millones de euros para desarrollar 21 proyectos de desestacionalización, mejoras en zonas turísticas, cultura y deportes. En este sentido, la Conselleria de Turismo, Cultura y Deportes, que dirige Jaume Bauzá, contempla impulsar, a través de la Agencia de Estrategia Turística de Balears (AETIB), un proyecto de governanza turística para la mejora de la calidad de la oferta y los destinos de las islas por un total de ocho millones de euros; convocará subvenciones para la celebración de eventos deportivos en temporada baja por 1,2 millones y destinará 7,5 millones a la Fundación de la Orquesta Sinfónica de Balears.
Al respecto, Bauzá subraya a este medio que el Ejecutivo “tiene una estrategia turística muy clara”: asociar el turismo a la cultura y el deporte y atraer a los visitantes en temporada baja. No en vano, afirma que los frutos de esta estrategia se están viendo con un incremento que oscila entre el 12 y el 19% de los visitantes que viajaron a Balears entre noviembre de 2023 y mayo de 2024.
El conseller de Turismo, Jaume Bauzá, subraya que el Govern "tiene una estrategia turística muy clara" respecto a la desestacionalización: asociar el turismo a la cultura y el deporte y atraer a los visitantes en temporada baja. Asegura que los frutos de esta estrategia se están viendo con un incremento que oscila entre el 12 y el 19% de los visitantes que viajaron a Balears entre noviembre de 2023 y mayo de 2024
En el caso de Mallorca, el conseller señala que la diferencia entre temporada alta y temporada baja cada vez es menor, y así lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que el 20 % de la planta hotelera “está abierta todo el año”. Con todo, apela a la necesidad de “continuar trabajando en la promoción del turismo durante todo el año, con especial incidencia en Menorca, Eivissa y Formentera, islas que turísticamente hablando continúan teniendo una gran dependencia de la temporada alta”.
Bauzá destaca, asimismo, la “gran variedad” de actividades culturales y deportivas que se organizan a lo largo del año en Balears y que “atraen a un tipo de visitante que suele repetir experiencia”. “Un ejemplo claro es el de las pruebas deportivas: en su mayoría se ha detectado que la persona que participa en la prueba viene acompañada por una o dos personas y que aprovecha el evento para quedarse varios días. Por lo tanto, con este tipo de estrategia estamos favoreciendo la llegada de un turista diferente y que normalmente busca una experiencia asociada a la calidad y las actividades culturales y deportivas antes que el tradicional sol y playa”, explica.
La partida más elevada: medio ambiente y ciclo del agua
Con todo, la partida más elevada del ITS entre 2024 y 2024 es la relativa a los proyectos de medio ambiente y ciclo del agua: 247,2 millones de euros (un 65% del total) se destinarán a 34 proyectos que se centrarán en la mejora en términos de sostenibilidad, así como en la gestión del suministro de agua para el consumo humano y la mejora de la eficiencia energética de las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento. Del mismo modo, se desarrollarán iniciativas de gestión inteligente de las redes, incluyendo la mejora en la gestión de residuos y actuaciones de regadío con aguas depuradas, de forma que se puedan reducir los impactos globales asociados a todo el ciclo de vida de los productos.
En términos de sostenibilidad, el Ejecutivo balear destinará 11.194.498 euros al desarrollo del turismo sostenible, que se canalizarán a través de la Fundació Mallorca Sostenible para el desarrollo de varias campañas de concienciación en este sentido. El Ajuntament de Calvià, donde se erige la meca del turismo low cost, Magaluf, reservará, por su parte, una partida de 5,3 millones a iniciativas de similares características. La pasada semana, el vicepresidente económico del Govern, Antoni Costa, señalaba que, respecto al ciclo del agua, sumando los recursos del ITS y los de su propia Conselleria, se invertirá un total de unos 300 millones de euros.
La partida más elevada del ITS entre 2024 y 2024 es la relativa a los proyectos de medio ambiente y ciclo del agua: 247,2 millones de euros (un 65% del total) se destinarán a 34 proyectos que se centrarán en la mejora en términos de sostenibilidad así como en la gestión del suministro de agua para el consumo humano y la mejora de la eficiencia energética de las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento
Denostado por un amplio espectro del ámbito empresarial, insuficiente para las entidades ecologistas y defendido a cal y canto por el anterior Govern que lo puso en marcha, el ITS ha permitido recaudar 780 millones de euros desde 2016 e impulsar hasta un total de 120 proyectos en materia de protección del patrimonio y recuperación de fincas en las islas. Durante la pasada legislatura, sin embargo, fue criticado por la derecha e incluso por Més y Podem —socios del PSIB-PSOE en ese mandato— por falta de transparencia en su tramitación y cuestionado por el destino que se otorgó a parte de su recaudación, como la utilización del fondo para financiar, en noviembre de 2021, un concierto de Los 40 Principales –que el Ejecutivo justificó en la necesidad de impulsar la reactivación económica tras la pandemia–, políticas de promoción turística o la construcción de vivienda pública con cargo a este tributo.
El ITS, herencia de la 'ecotasa' del primer 'Pacte'
Con el objetivo de compensar el elevado consumo de recursos y el deterioro del territorio como consecuencia de la saturación, el actual impuesto hereda el espíritu de la 'ecotasa' promulgada durante el primer 'Pacte de progrés' (la primera alianza de izquierdas que rompió en Balears con décadas de hegemonía de derechas en un archipiélago azotado por las pugnas de poder, la especulación y el desarrollismo). La 'ecotasa', que seguía el ejemplo de países como Francia o Suiza con la mirada puesta en el desarrollo de un nuevo modelo turístico basado en la sostenibilidad, se ponía en marcha con la ferviente resistencia de gran parte del sector hotelero, que ya entonces se alzó en bloque contra la medida.
Con el objetivo de compensar el elevado consumo de recursos y el deterioro del territorio como consecuencia de la saturación, el actual impuesto hereda el espíritu de la 'ecotasa' promulgada durante el primer 'Pacte de progrés'. El tributo, que seguía el ejemplo de países como Francia o Suiza con la mirada puesta en el desarrollo de un nuevo modelo turístico basado en la sostenibilidad, se puso en marcha con la ferviente resistencia de gran parte del sector hotelero, que ya entonces se alzó en bloque contra la medida.
Era, como proclamaba el entonces conseller de Turismo, Celestí Alomar, principal valedor de la medida, “la mayor apuesta” que hasta ese momento había hecho un destino turístico. La iniciativa, que logró una recaudación de 160 millones de euros durante los dos años en que estuvo vigente (2002–2003), fue finalmente derogada por Jaume Matas (PP) en cuanto se hizo con la presidencia del Govern, aupado en el Ejecutivo por buena parte de los hoteleros de las islas.
La feroz campaña impulsada contra la 'ecotasa' llegó incluso hasta Alemania, donde el sensacionalista Bild Zeitung emplazó a sus lectores a enviar cartas al rey Juan Carlos para que paralizase la puesta en marcha del gravamen y llegó a titular así una de sus portadas: “Los tiburones en la playa y la ecotasa hacen huir a los turistas de Mallorca”. Las manifestaciones en contra de este rotativo frenaron en seco cuando una encuesta a sus lectores reveló que un 77% de todos ellos aseguraba estar de acuerdo con el pago de impuestos de protección ambiental.