La UPG advierte contra «tentaciones presidencialistas» ante la Asamblea del BNG
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, es a su vez militante de la Unión do Povo Galego (UPG). Su partido ha tenido a bien hacer públicas sus reflexiones ante la Asamblea Nacional de la organización frentista de este fin de semana en Santiago de Compostela. Y entre las ideas que traslada, colgadas en su web, está la de alertar contra «tendencias presidencialistas» en el seno del Bloque, en lo que parece un claro aviso a la propia Pontón, que concurre a la reelección y cuenta con muchas probabilidades de revalidar el cargo, sobre todo tras los buenos resultados electorales en las autonómicas de febrero. La marxista y leninista UPG desliza velados reproches al funcionamiento interno del BNG en los últimos tiempos, cuando justifica su presencia en la lista de Pontón como «garantía» de que «será reactivado el papel del Consello Nacional como órgano de dirección» de la organización. «Necesitamos impulsar una dinámica interna más colectiva y coral, alejada de cualquier tentación presidencialista, incompatible con el carácter asambleario y democrático» del frente nacionalista, advierten. En el texto, la UPG reitera en diversas ocasiones la necesidad de dar «la batalla de las ideas» y de ir más allá del «márketing y las acciones performativas o de imagen». «El necesario cuidado y perfeccionamiento de la comunicación política debe operar sobre la labor activa en la sociedad y sobre un discurso decididamente soberanista». Esa batalla debe darse, según el comunicado de la UPG, generando «una conciencia nacional a partir de una realidad material del País que continúa teniendo en el expolio y la dependencia la raíz de nuestros problemas», un diagnóstico que poco se diferencia del reflejado en las tesis que el BNG lleva a la Asamblea. Los dos reproches implícitos –las veleidades presidencialistas y la relevancia de la imagen– se dirigen a la línea de flotación de la acción del BNG en los últimos años, donde la figura de Ana Pontón ha adquirido un mayor valor y peso político que las siglas del frente nacionalista, convirtiéndola en un reclamo electoral en paralelo al limado de las aristas del discurso ideológico/electoral. Todas estas advertencias tienen un punto paradójico, dado que el grueso de los dirigentes de la UPG forman parte de la candidatura de Pontón, que cuenta con casi todas las papeletas para volver a copar el Consello Nacional de la organización, frente a las otras dos candidaturas alternativas, «Alicerce» y «O BNG en movemento», encabezada por la diputada autonómica Noa Presas. La UPG también lamenta que no se pudiera formalizar una «lista única» que «habría lanzado un mensaje potente de un BNG unido y con capacidad de integrar todas las corrientes y sensibilidades». También se advierte contra la «tendencia a valorizar apenas el trabajo institucional», mientras que la apuesta de la UPG es «intensificar el trabajo social del BNG, recuperando su importancia central». Menos parlamento y más calle, recetan. Esta imbricación en el territorio también está recogida en las tesis políticas que se debatirán en la Asamblea. Por último, se reitera la fijación de una «plena normalización» de la lengua gallega, que «solo es posible sobre la base del uso general del gallego como lengua vehicular en la educación y en todos los ámbitos», así como «el combato a las políticas asimilistas disfrazadas de libertad de lengua y de bilingüismo». Otra tesis, la de la erradicación del castellano de la vida pública gallega, compartida por los nacionalistas en su documento político.