Courtois caminó muy solo en Anfield
El Liverpool sigue líder de la Champions. 5 partidos, 5 victorias. Anoche no solo derrotó al Real Madrid (2-0) sino que pasó por encima del vigente campeón de Europa. Una pequeña venganza roja después de 9 años sin poder ganarle al Real, con dos finales perdidas por el camino. Anoche, en Anfield, no hubo color. Prueba de ello es que los de Ancelotti, antes del descuento, solo habían rematado una vez a portería, y de penaltito. Pero Mbappé no tuvo su noche, sigue con la cabeza en Estocolmo y malogró la oportunidad del empate madridista. En cambio, si el Liverpool no consiguió un resultado de escándalo fue, de nuevo, por Thibaut Courtois. Hizo tres paradas de las que son gol o gol para seguir demostrando que no hay otro como él, que pare y ataje lo imparable. En el primer tiempo le sacó la imposible a Darwin Núñez. En el segundo tiempo, paró el cabezazo perfecto de Bradley cuando The Kop ya celebraba el tanto. Y, para terminar el repertorio de paradas estratosféricas, en la penúltima jugada, su guante derecho impidió que Luis Díaz marcase el 3-0. Courtois, ayer, estuvo muy solo en Anfield. El Real Madrid, sin Vinicius y sin Rodrygo, asusta mucho menos. Los ‘supporters’ del Liverpool abucheaban a un incansable Bellingham, cada vez que tocaba el balón. Camavinga terminó roto, Modric fundido y la garra de Rüdiger no se contagia a todos los compañeros. El nuevo formato de la Champions está dejando, a falta de 3 jornadas para que acabe la liguilla, una clasificación extraña. No tanto por ver al Liverpool como líder sino por tener al Real Madrid en el lugar 24, en el delicado alambre. Sus 3 derrotas ante el Lille, el Milan y el Liverpool les obliga, ahora, a tener que ganar a Atalanta en Bérgamo.