La investigación de los Baños Árabes de la Pescadería en Córdoba revela restos de un edificio califal anterior
La campaña de investigación arqueológica en los Baños Árabes de la Pescadería ha dado resultados que permiten conocer la historia del conjunto y de los edificios que estaban a su alrededor. Entre ellos, un edificio califal, anterior a los baños , del que han aparecido abundantes retos, además de un horno almohade. Están en pleno corazón del Casco Histórico, en la calle Cara, junto a Cardenal González. Serán, como precisó el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, Adolfo Molina , elementos que se sumarán al conocimiento sobre el conjunto, y que tienen que desembocar en la elaboración de un proyecto para la restauración y para seguir despejando incógnitas. El arqueólogo Santiago Rodero , que trabaja por un acuerdo con la Universidad de Córdoba para la investigación, explicó que los alzados de los baños son muros califales. «El edificio se conserva como una gran propiedad, como una vivienda que tenía un jardín detrás con una pileta y un pozo, y una decoración de atauriques como la de Medina Azahara », dijo. Es un edificio de época califal, según se muestra por la forma de construir, que estaría en la zona del conjunto más próxima a lo que ahora es la calle Cardenal González , y cuyo uso se desconoce. Sí está claro que sería una construcción importante. Entre los año 950 y 1162, cuando llegan los almohades , es cuando la vivienda se reaprovecha para hacer baños, de forma similar a lo que se hace en muchas viviendas de Córdoba, cuando se aprovechan muros y estructuras muy antiguas en buen estado. Este hallazgo es uno de los más relevantes de los últimos trabajos, que también han encontrado los restos de una ampliación en época cristiana, en la zona de la sala caliente. «Tienen unos pilares , a los que desde una caldera pasa el calor por debajo para calentar el suelo sobre el que se apoyan los bañistas», aseguró. Es el mismo sistema que el actual de suelo radiante. El jefe del Departamento de Conservación del Patrimonio Histórico de la Delegación de Cultura en Córdoba, Francisco Riobóo , aseveró que la sala caliente, la más antigua del baño islámico, tienen una serie de saletas auxiliares, y se asientan sobre los cimientos califales. En época cristiana se amplía, y se utiliza hasta bien entrada la Edad Moderna. La sala fría no está tan bien identificada y se trabaja con varias hipótesis dentro del conjunto de la calle Cara. A partir del momento en que perdieron su uso, comenzaron a utilizarse como viviendas, primero de tipo mudéjar, según se ha deducido por la tipología. Más tarde se sucedieron los usos industriales y residenciales, hasta que la Junta de Andalucía lo adquirió. Como sucede en muchos edificios antiguos de Córdoba, hay actuaciones desde la época romana hasta los mudéjares, y que dan valor al edificio y muestran cómo se va adaptando a las distintas épocas y usos.