Interior archiva el expediente abierto al Sindicato Unificado de Policía por su acuerdo con Desokupa
El Ministerio se limitó a investigar si policías nacionales impartían cursos en la empresa de desalojos, conocida por sus actuaciones violentas y el activismo ultraderechista de su líder, Daniel Esteve
El Sindicato Unificado de Policía firma con Desokupa un acuerdo de "formación en defensa personal" para 30.000 policías
La polémica suscitada por el acuerdo suscrito el pasado agosto entre el Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la empresa Desokupa no tendrá consecuencias para los agentes. El expediente que anunció el Ministerio del Interior ha sido cerrado sin propuesta de sanción ni de una investigación más profunda, según han informado a elDiario.es fuentes del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.
El acuerdo, según anunciaron ambas organizaciones en agosto, implicaba la posibilidad de que Desokupa diera formación en “defensa personal” a 30.000 policías nacionales. La secretaria general del SUP, Mónica Gracia, calificó el acuerdo de “histórico” y justificó los cursos de adiestramiento por parte de Desokupa en la “violencia desmedida” que, según ella, se ejerce a día de hoy contra las Fuerzas de Seguridad. “La autoridad se ha perdido”, alegó Gracia en ese momento.
El acuerdo entre una organización representativa de policías nacionales y una organización conocida por sus métodos violentos y sus posicionamientos ultraderechistas suscitó una polémica que Interior quiso atajar con el anuncio de la apertura del expediente. Pero también con el mensaje desde el ministerio de que estaban en riesgo las subvenciones públicas al sindicato policial, principal fuente de financiación junto a las cuotas de sus afiliados. Una vez comprobado que no hay policías nacionales trabajando para Desokupa, el expediente informativo ha sido cerrado, confirma un portavoz oficial.
El pasado octubre el director general de la Policía, Francisco Pardo, compareció en el Congreso de los Diputados y fue requerido por el diputado de Sumar Enrique Santiago para que explicara los avances de la investigación interna al SUP. Su respuesta no parecía anticipar una resolución rápida ni muy contundente. “Nosotros hacemos lo que la ley nos permite hacer”, respondió Pardo el pasado 14 de octubre.
“Los expedientes disciplinarios son extraordinariamente garantistas, pero extremadamente garantistas. Hay algunos que acaban pesando muchos kilos por toda la documentación, las pruebas que se aportan, etc. Si en este momento pudiera facilitarle alguna información más allá de la que ya le he facilitado, que ha sido bastante amplia, lo haría. Pero le insisto: confíe”, dijo Pardo en la comisión de Interior.
El SUP fue el sindicato líder en la Policía española hasta la irrupción de Jupol, heredero de la asociación Jusapol. La asociación exige desde su creación la equiparación salarial de policías nacionales y guardias civiles con los mossos d’Esquadra y adquirió una adhesión muy destacada en el seno de las fuerzas de seguridad al calor del proceso soberanista en Catalunya.
Los métodos de Jusapol fueron desde su inicio muy agresivos hacia los sindicatos tradicionales, incluido el SUP. Algunas de estas organizaciones sindicaldes se han dejado arrastrar hacia posiciones extremas, ya sea en su acercamiento a Vox o lanzando mensajes radicalizados, tratando de recuperar el favor de la mayoría perdida. En las últimas elecciones, el SUP recuperó posiciones hasta igualar en número de representantes den el Consejo de la Policía a Jupol, pero con menos votos.
Desde el primer momento, el Ministerio del Interior desmintió la afirmación del SUP de que el curso en defensa personal de Desokupa resultaría “baremable” para los agentes, esto es, que puntuaría en sus intentos por ascender. En una respuesta al ahora diputado del Grupo Mixto José Luis Ábalos, el Ministerio del Interior explica que es la División de Perfeccionamiento de la Policía quien se encarga de realizar una formación continua de los agentes. Ábalos realizó esa pregunta indignado por el acuerdo con Desokupa y como miembro honorífico del SUP que es desde hace más de 40 años.
La respuesta de Interior al hoy diputado del Grupo Mixto también afirma que el SUP tiene “personalidad jurídica y plena capacidad para obrar, por lo que cualquier acuerdo que formalice con entidades privadas corresponde a decisiones propias de este sindicato y es ajena a los planes y programas de formación de los miembros de la Policía Nacional”.
Desokupa comenzó su andadura como una empresa de desalojos a la que podía contratar cualquier propietario que quería expulsar, sin esperar a la demora de un proceso judicial, a personas que hubieran ocupado ilegalmente su casa o que dejaban de pagar el alquiler. Los métodos intimidatorios de la empresa, con frecuente uso de la fuerza, pronto hicieron virales sus actuaciones. A las redes sociales se sumaron los programas de televisión que se dedican a convencer de que la ocupación de viviendas es un problema de dimensiones que no cuadran con las cifras oficiales.
Al calor de esa promoción televisiva y en redes, el líder de Desokupa, Daniel Esteve, se ha significado como líder de manifestaciones de extrema derecha, ya fuera contra la alcaldesa Ada Colau o frente a la sede socialista de Ferraz con motivo de la negociación de la ley de amnistía. Con parafernalia militar y mensajes xenófobos y racistas, esas manifestaciones han derivado en ocasiones en incidentes.
El 'número tres' de Interior, en un acto del SUP
La relación del actual Ministerio del Interior y el Sindicato Unificado de Policía se visualiza en un acto celebrado hace un par de semanas. El comisario de la Policía Nacional José Antonio Rodríguez, 'número tres' en la toma de decisiones de Interior, protagonizó un acto reservado que organizó el SUP.
José Antonio Rodríguez fue el invitado de la última edición del denominado Foro Cibeles, una cena en la que el SUP reúne de forma periódica a una selección de sus afiliados y a un reducido grupo de periodistas alrededor de una personalidad. El acto tuvo lugar antes de que trascendiera el cierre del expediente abierto al sindicato.