Ante la novena a la Inmaculada Concepción
En la vida espiritual existen como cuatro razonamientos ciertamente lógicos y plenamente consecuentes: Es voluntad de Dios que todos los hombres seamos santos. Es también razonable que para santificarse hayan de practicarse las virtudes cristianas. La práctica de estas virtudes cristianas requiere o precisa la gracia de Dios. Y, finalmente, para hallar esa gracia de Dios necesaria se hace también necesaria la mediación la Virgen María.