Científicos descubren señales de vida en un fragmento de meteorito y sugieren que venimos del espacio
La posibilidad de que la vida tenga un origen extraterrestre ha resurgido con fuerza tras la reciente investigación de una muestra del asteroide Ryugu, conocida como A0180. Esta muestra fue recolectada en 2018 por la sonda Hayabusa 2 de la agencia espacial japonesa JAXA y traída a la Tierra en 2020. Sin embargo, los resultados del análisis revelaron la presencia de microorganismos terrestres, a pesar de las estrictas medidas para evitar su contaminación, lo que abre interrogantes sobre el manejo de futuras muestras espaciales.
El estudio publicado en Meteoritics & Planetary Science identificó microorganismos filamentosos similares a los encontrados en la Tierra. Esta contaminación ha puesto en duda la pureza de las muestras y ha complicado la búsqueda de señales auténticas de vida en el espacio. A pesar del contratiempo, el hallazgo revive el interés en la teoría de la panspermia, que postula que la vida pudo haber llegado a nuestro planeta a través de cuerpos celestes como asteroides y meteoritos.
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¿Qué revela la muestra del asteroide Ryugu?
La muestra A0180 es parte del material recolectado del asteroide Ryugu por la sonda Hayabusa 2. Esta misión fue la primera en traer material de un asteroide, un hito que marcó un avance crucial en la exploración espacial. Las muestras recolectadas incluían polvo y fragmentos de roca que, según los científicos, podrían contener pistas sobre el origen de la vida.
Su relevancia radica en la posibilidad de analizar compuestos orgánicos sin la interferencia de factores terrestres. Sin embargo, la detección de microorganismos en la muestra A0180 demuestra la fragilidad del protocolo de conservación, afectando el estudio de posibles compuestos clave para la vida.
¿Qué es la panspermia?
La panspermia es una hipótesis que sugiere que la vida pudo haber sido transportada entre planetas mediante asteroides y meteoritos. Según esta teoría, compuestos esenciales como aminoácidos o incluso microorganismos podrían resistir los rigores del espacio y sembrar vida en otros cuerpos celestes.
El descubrimiento de contaminación biológica en la muestra de Ryugu destaca la necesidad de garantizar la pureza de las futuras muestras para validar esta teoría. Las agencias espaciales, incluidas NASA y ESA, tienen planes de traer material de Marte, y protegerlas será crucial para avanzar en la búsqueda de vida extraterrestre.
La amenaza de la contaminación biológica en misiones espaciales
El caso de la muestra A0180 ha evidenciado la insuficiencia de las actuales medidas de protección planetaria. La presencia de microorganismos terrestres en materiales extraterrestres no solo afecta la investigación científica, sino que también representa un riesgo para la autenticidad de las futuras misiones.
Muestras como las recolectadas por la misión Osiris-REx del asteroide Bennu, la mayor traída hasta ahora, son un recordatorio de la importancia de mantener la integridad de estos fragmentos. Con la llegada de futuras muestras de Marte, evitar la contaminación será esencial para esclarecer si la vida en la Tierra pudo haber llegado desde el espacio.