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La denuncia de una madre lleva a los Mossos hasta el ciberacosador de más de 150 menores

Abc.es 
Han sido tres meses de pesquisas hasta detener a 'Dani'. Fue una madre la que el pasado agosto interpuso una denuncia tras descubrir que su hija, de 13 años, había mantenido contactos a través de redes sociales con un individuo que se hizo pasar por un chico de 15. En realidad tenía 38 años. La menor creyó haber iniciado una relación sentimental con el joven, a través de redes sociales. Este le enviaba fotografías, incluso de su familia, y la víctima pensó que realmente mantenía contacto con otro adolescente. El objetivo del individuo era hacerse con material íntimo de la joven , es decir, imágenes pornográficas y lo consiguió, a través del contacto diario, forjando un vínculo, haciéndole creer que la relación que mantenían era real. Lo hizo creando un personaje ficticio. La investigación del área de cibercrimen de los Mossos se saldó con su detención, en Mollet del Vallés (Barcelona), el pasado 19 de noviembre. El sujeto contaba con una decena de perfiles activos en redes sociales. Cinco de ellos eran falsos, apuntan los investigadores. A través de estos engañaba a menores, siempre con el objetivo de conseguir material íntimo de las mismas. Según las pesquisas, consiguió así captar, al, menos, a 153 víctimas , aunque la Policía catalana, que ahora trata de identificarlas para que formalicen la preceptiva denuncia, no descarta que puedan ser más las afectadas. Para contactar con ella se inventaba personajes e intentaba ganarse su confianza hasta el punto de aislarlas de sus familias y amigos con la intención de «tener el control absoluto» sobre ellas , indican los Mossos. El rastro tecnológico permitió a los investigadores llegar hasta el acosador . Un hombre de 38 años, sin antecedentes que, al menos desde 2019, acechaba a menores en redes sociales. Durante el registro de su domicilio, los agentes localizaron 1.400 archivos gráficos relacionados con la búsqueda y captación de las menores . De ellos, más de 400, de pornografía infantil explícita. Todos ellos, almacenados en una carpeta oculta. De hecho, precisa la Policía catalana, sólo el usuario del sistema podía acceder a los archivos . La monitorización de los mismos, en su móvil y ordenador, ha permitido descubrir en ocasiones también fingía ser un niño, o una joven lesbiana para engañar a sus víctimas.

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