Los manifestantes georgianos no ceden en sus demandas pese a los arrestos y la fuerte represión policial

La población georgiana volvió a movilizarse este lunes, por quinto día consecutivo, para mantener el pulso con las autoridades, a las que acusan de fraude en las elecciones legislativas de octubre y recriminan su decisión de aplazar hasta 2028 las conversaciones con Bruselas para el ingreso en la Unión Europea, pese a los arrestos y la fuerte represión policial. Aún siendo un día laborable el número de concentrados no decayó y congregó a decenas de miles de personas. Este martes la movilización se reanudará por la tarde. La presidenta del país, Salomé Zurabishvili, ha dicho que la revuelta «no da visos de parar». Según sus palabras en la red social X, «otra impresionante noche en la que los georgianos defendieron firmemente su Constitución y su opción europea (…) la determinación en las calles no da muestras de parar». La integración en la UE está recogida en la Constitución de este país caucásico de 11 millones de habitantes. Y, este martes, a los cuatro embajadores georgianos que han presentado su dimisión, los de Estados Unidos, Holanda, Italia y Lituania, se ha unido la renuncia de la jefa de la Legación Diplomática de Georgia en la República Checa. Todos estos diplomáticos dicen no estar de acuerdo con que el Gobierno suspenda el proceso de adhesión a la UE. A este respecto, el primer ministro, Irakli Kobajidze , aseguró el lunes en que no hay intención de renunciar a formar parte de Europa, pero no en ahora, se trata de un «aplazamiento transitorio». Kobajidze explicó que «de acuerdo con nuestro programa electoral, cumpliremos más del 90 por ciento de las obligaciones estipuladas en el acuerdo de asociación y en el tratado de libre comercio con la UE y estos compromisos se materializarán fielmente». Pero matizó que «el camino hacia una integración plena en la Unión Europea pasa por la acción y no los chantajes» o «los obstáculos artificiales que se han creado», en clara alusión a la repudia de Bruselas a la ley de agentes extranjeros y a la que prohíbe la propaganda LGTB. El jefe del Gobierno pronunció estas palabras mientras anunciaba los nuevos nombramientos ministeriales. Arremetió también contra Zurabishvili por llamar a la movilización también a los escolares. Numerosos colegios a través de todo el país han suspendido sus clases en solidaridad con los participantes en las protestas. Desde el pasado jueves, cuando Kobajidze anunció su intención de interrumpir el diálogo con Bruselas, según informaban este martes los ministerios de Interior y Sanidad, se han contabilizado 26 hospitalizados por los choques con la Policía, entre ellos tres agentes, 34 personas han sido puestos a disposición judicial, por su actuación violenta y por arrojar cohetes pirotécnicos contra los antidisturbios, y hay un total de 258 detenidos. Este lunes, los manifestantes tampoco consiguieron emular el Maidán ucraniano levantando barricadas y tiendas de campaña. La Policía terminó retirando todo a su paso. Después tuvieron que llegar los bomberos para apagar los numerosos fuegos y hogueras prendidas en la avenida Rustaveli y en otras calles adyacentes.