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Trucos para calcular y reducir el consumo del coche

Abc.es 
Los precios de la electricidad y la subida de los combustibles han sido los responsables de la ultima escalada de precios en España, y con ello, el alza del IPC. El puente de diciembre es una de las fechas más populares del calendario para hacer viajes en coche, por lo que conviene seguir una serie de consejos para ahorrar combustible y conseguir una conducción más eficiente y segura para ti y tus seres queridos. Aunque en viajes largos el consumo de gasolina por kilómetro es mucho menor que en los trayectos cortos, calcular cuánto combustible se gastará durante el recorrido sigue siendo una información esencial, tanto por razones económicas como para poder hacer una previsión inteligente de paradas, según los expertos de Alquiber. En general, un coche de gama media puede recorrer entre 12 y 14 kilómetros con un litro de combustible. Es decir, que consume entre siete y ocho litros cada 100 kilómetros. Sin embargo, esta cifra depende de muchos factores, como el tipo de vehículo y su estado, la tipología y conservación del lugar por el que circula y la forma de conducir (cuando más relajado, más ahorro de carburante). Por ello, es conveniente comprobar cuál es el consumo real de nuestro vehículo particular aplicando una simple ecuación matemática . En primer lugar, deberás llenar el depósito y anotar el número de litros y el número de kilómetros que marca el contador en el momento del repostaje (o bien resetear el cuentakilómetros parcial). Una vez concluido el trayecto, sólo tienes que dividir los litros de gasolina entre los kilómetros recorridos y luego multiplicarlos por 100. El resultado de esta operación es el consumo real de combustible de tu vehículo cada cien kilómetros. Sólo con este ejercicio ya conseguirás ahorrar combustible, pues te permitirá comparar rutas y elegir la menos costosa. Sin embargo, los expertos de Alquiber te ofrecen una serie de consejos para conseguir una conducción más eficiente que te permitirá reducir el gasto de combustible hasta un 10%, un porcentaje nada desdeñable para largos recorridos, tanto en motores diésel como en los de gasolina. Asegurarse de que la presión de los neumáticos es la recomendada por el fabricante es una medida útil para ahorrar combustible. Sólo 0,5 bares por debajo de las indicaciones de la marca el consumo crece considerablemente (hasta el equivalente a un depósito completo a lo largo de un año), ya que la resistencia del neumático se incrementa. Del mismo modo, lleve las ruedas más hinchadas de lo recomendado también hace que aumente de nuevo el consumo. Sólo es conveniente sobrepasar esta indicación, por cuestiones de seguridad, en lugares con climas muy fríos o cuando llevamos el coche muy cargado. Cargar el coche en exceso también puede hacernos gastar más combustible. Por lo tanto, es recomendable no llenar el maletero con cosas prescindibles y tratar de que nuestro vehículo se mantenga lo más ligero posible. Este puente de diciembre, antes de emprender la marcha, asegúrese de no cargar con cosas innecesarias que aumenten el peso del coche. Echar un vistazo a los diferentes elementos y filtros del coche también es recomendable si queremos reducir el consumo, ya que si alguno se encuentra en mal estado puede reducir la potencia del motor. Uno de los más importantes el filtro del aire, ya que el uso del climatizador genera gasto de combustible y el uso del modo más eficiente puede hacer que el consumo no se resienta tanto. No obstante, no olvides que, en la mayoría de los vehículos, con una velocidad por debajo de los 90 km/h se consume menos con las ventanillas bajas; A partir de los 100 km/h sí es recomendable usar el aire acondicionado, ya que la aerodinámica del coche a esas velocidades compensa el gasto. Además, recuerda que el objetivo es mantener la temperatura del coche estable entre 22 y 23 grados y no es necesario poner el aire al máximo. Una conducción relajada y eficiente es una gran ayuda para reducir el gasto de combustible. Sin embargo, no se trata de ir muy despacio, sino de conducir a una velocidad constante y sin maniobras bruscas, es decir, sin acelerones, sin frenazos y sin cambios de marcha innecesarios. El control de crucero, que permite mantener la velocidad sin usar el acelerador, es una gran ayuda para ahorrar combustible, especialmente en los viajes largos. Eso sí, hay que estar atento a las pendientes, ya que si lo mantenemos en una cuesta arriba acelerará el motor en exceso para mantener la velocidad, lo que puede multiplicar considerablemente el gasto de carburante. Ante una pendiente pronunciada, es mejor recuperar el control manual. Un coche en ralentí puede gastar hasta 0,5 litros por hora. Así que, ante una parada prolongada, lo mejor es parar el motor. Además de ahorrar combustible, evitaremos que el coche se recaliente y mantendremos la salud del motor. Evitar una revolución excesiva del motor también es una forma de ahorrar carburante. Por lo tanto, circular con marchas largas y con bajas revoluciones, aunque haya que pisar más acelerador, puede ayudarnos en esta tarea, incluso en desplazamientos cortos por la ciudad. Los expertos recomiendan conocer el consumo real de tu vehículo, realizando tú mismo el cálculo con una operación sencilla para conseguir una conducción más eficiente que reduzca el gasto innecesario de combustible.

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