World News in Spanish

La bandera blanca y verde

Abc.es 
Dicen que a la tercera va la vencida y va a ser verdad, porque han pasado solo tres años desde que la Junta de Andalucía declarara oficialmente el 4 de diciembre Día de la Bandera de Andalucía y la cita —pese a ser laborable y más simbólica que otra cosa— se ha convertido ya en un día señalado para todos los andaluces. Es cierto que el terreno estaba abonado desde hace años, generaciones enteras aprendiéndose el himno —la flauta, ya sabe— y pintando cartulinas con los colores que nos regaló Blas Infante eran más que suficientes para que el sentimiento andaluz se acomodara en un día que estuvo marcado por la tragedia y por la reivindicación, pero que se ha consolidado en el imaginario colectivo como nuestro Día. Que fue un 4 de diciembre de 1977 cuando más de dos millones de andaluces se echaron a las calles y, dejando al margen cuestiones ideológicas y partidistas, pusieron las bases para que hoy ocho millones y medio de andaluces nos sintamos orgullosos de nuestra bandera. Sin los complejos que aún arrastran otras comunidades autónomas. Mirando al pasado para conocer de dónde venimos, la Junta de Andalucía ha organizado este año medio centenar de actividades que tienen como centro las bibliotecas, los archivos y los museos andaluces. Una revisión de los fondos documentales y hemerográficos de toda nuestra comunidad, así como la puesta en valor de los conjuntos arqueológicos que nos recuerdan el significado y el significante de nuestros colores. También ha diseñado actividades para todos los centros educativos cuyo objetivo es promover el sentido de pertenencia y el conocimiento de la historia y la cultura de la comunidad andaluza, fomentando nuestra identidad a través de la literatura, de las tradiciones, de la filosofía, de la arqueología o de la pintura. La educación y la cultura como pilares fundamentales para la construcción de una sociedad que ya ha superado los estigmas de un pasado lleno de tópicos y que se reivindica en su diversidad y su pluralidad bajo el símbolo común de la bandera blanca y verde. Una Andalucía «de valioso presente y prometedor futuro» —como afirmó el presidente Juanma Moreno en el acto de izado de la bandera en Málaga— que conoce y defiende su pasado, sin agachar la cabeza, con orgullo. Un pasado con luces y sombras que ha sido capaz de engendrar talento, genialidad, esfuerzo y que es el modelo a seguir por nuestros jóvenes para abrirse paso, sin miedo, en un mundo complicado y competitivo. «¿Qué es para ti la bandera de Andalucía?» le preguntaban, hace unos días, a los jóvenes de Bachillerato en los institutos andaluces; todos tenían la respuesta clara, hablaban de identidad, de unidad, de esfuerzo, de reivindicación, de sentimiento de pertenencia a una colectividad… y en el fondo, todos, sin darse cuenta, hablaban de aquello que cantaba Carlos Cano hace casi medio siglo, de una Andalucía trabajadora que se levanta cada mañana en paz y con esperanza: «Amo mi tierra, lucho por ella. Mi esperanza es su bandera». Verde, blanca y verde.

Читайте на 123ru.net