Cómo utilizar el navegador del coche de forma segura y evitando multas
Pero a pesar de ser un gran aliado en carretera, que ahorra tiempo y reduce el consumo de carburante, es preciso utilizar el navegador del coche con responsabilidad para evitar distracciones. Su uso incorrecto también puede hacer que recibamos una sanción de tráfico. Lo más común es que por seguir las instrucciones del navegador al pie de la letra, podemos terminar con nuestro coche en una dirección prohibida e incluso practicando una conducción temeraria no reaccionamos a tiempo ante uno de sus avisos. Cada vez es más habitual que, además del navegador GPS integrado en el salpicadero de coche, se utilicen las aplicaciones disponibles en el teléfono móvil. Por eso hay que tener en cuenta que manejar el Smartphone para llamar como para escribir mensajes está prohibido al volante. Del mismo modo es sancionable el programar el navegador de nuestro coche durante la conducción, al restar eficacia al resto de los sentidos y poner en peligro tanto al mismo conductor como al resto de vehículos de la vía. Se trata de una falta grave, castigada con una multa de 200 euros y 3 puntos menos del carné de conducir. Además, colocar el navegador en un lugar que dificulte la visibilidad puede perjudicar también a la conducción y por ello supone multas de 200 euros aunque no la pérdida de puntos. Según Pyramid Consulting, podemos recibir multas por seguir las indicaciones al pie de la letra y en determinadas ocasiones que nos puedan parecer enredosas, nos conduzcan a situaciones peligrosas que nos obliguen a frenar bruscamente, a hacer cambios de sentido, efectuar adelantamientos peligrosos, superar límites de velocidad, ir extremadamente despacio, circular en dirección contraria o puesta en peligro de peatones. Todas ellas serán castigadas con multas de tráfico cuyo precio variará en función de la gravedad de la falta y en algunos casos con pérdida de puntos. Conviene no olvidar que los navegadores no tienen por qué conocer las APR, o Áreas de Prioridad Residencial, por lo que si no está actualizado o conectado a la red nos puede estar llevando por una zona restringida sin que nos demos cuenta. Esto se traduce en una multa que tarde o temprano llegará a nuestro domicilio. Ya sea un navegador portátil, una aplicación para el teléfono móvil, o un sistema integrado en la consola del vehículo, hay que tener en cuenta unas cuantas claves. El navegador no puede ir colocado en cualquier parte del coche. Debe estar situado estratégicamente para no reducir la visibilidad del conductor –si no se hace así, la multa puede ascender hasta los 200 euros- y siempre fijo al mecanismo oficial del fabricante, para evitar que se caiga provocando distracciones. Además, importante, se debe instalar donde no pueda taponar la salida del airbag en caso de accidente. Para evitar cualquier despiste al volante, es preciso programar la ruta antes de comenzar a conducir o mientras el coche esté parad; de lo contrario, seremos candidatos de nuevo a una multa de 200 euros y a la retirada de tres puntos en el carné. Para explicarlo de forma más gráfica: distraernos durante «sólo» 3 segundos por manipular el navegador a una velocidad de 120 kilómetros por hora supone recorrer una distancia de más de 100 metros – aproximadamente como un campo de fútbol- y perderse cinco de cada diez señales. Además, disminuye la capacidad de reacción, aumentando el riesgo de accidentes. Por el mismo motivo, conviene bloquear el uso del navegador mientras se conduce porque son dispositivos con interfaces poco amigables, que requieren cierta concentración para incluir las direcciones; una atención que no debemos quitarle a la carretera. Por supuesto, hay que seguir las indicaciones por voz sin «caer en la tentación» de mirar la pantalla y así centrarnos al 100% en el volante. También es importante que al salir del coche, nos acordemos de guardarlo en lugar seguro para que el navegador no quede al sol, ni sometido a altas temperaturas en el interior del coche, porque puede provocar daños en los componentes del sistema de navegación.