Déficit fiscal del Gobierno aumenta en octubre presionado por mayores gastos
El déficit fiscal del Gobierno, que mide la brecha entre los ingresos y los gastos totales, aumentó al mes de octubre respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de 2,5% del producto interno bruto (PIB) a 2,9% en los primeros 10 meses del 2024. Este balance financiero acumula dos años consecutivos de deterioro, luego de un periodo de recuperación posterior a la reforma fiscal aprobada en 2018.
Según el informe más reciente del Ministerio de Hacienda sobre las cifras fiscales acumuladas entre enero y octubre de 2024, la ampliación de este déficit responde al aumento en el pago de intereses, el gasto en remuneraciones, y a transferencias corrientes, así como a un debilitamiento del balance primario. Este último indicador, que resulta de restar los gastos a los ingresos gubernamentales sin incluir intereses, también bajó, al pasar de 1,7% del PIB a 1,3%, en dicho periodo.
La variación del balance primario entre los primeros 10 meses de 2023 y 2024 se explica por una reducción de los ingresos totales del Gobierno, que aunque aumentaron en términos absolutos, disminuyeron como porcentaje de la producción. Además, el incremento en gastos como intereses, remuneraciones y transferencias corrientes contribuyó a que el superávit primario cayera en ¢171.076 millones, situándose en ¢651.578 millones en 2024, respecto a ¢822.654 millones en octubre de 2023.
Luis Molina Chacón, ministro interino de Hacienda, manifestó que el superávit primario del 1,3% del PIB está en línea con la meta establecida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), publicado en setiembre. Según Molina, parte de los ingresos disponibles se destinan al pago de la deuda, con el objetivo de reducir progresivamente las necesidades de financiamiento futuras. No obstante, La Nación informó este jueves de que la caída en la recaudación obligó al Gobierno a proyectar un mayor endeudamiento en ese marco fiscal.
Deterioro en ingresos empuja al Gobierno a nuevo ciclo de endeudamiento
Norberto Zúñiga, economista de Ecoanálisis, afirmó que los resultados son menos favorables que los inicialmente establecidos en la ley que autorizó la colocación de $5.000 millones en eurobonos. Por esta razón, la Asamblea Legislativa debate una reforma a dicha ley para reducir las metas establecidas y permitir las colocaciones restantes.
Molina, quien también es viceministro de Egresos, subrayó la necesidad de mantener el compromiso con unas finanzas públicas saludables. Consideró los resultados como “positivos”, pero alertó que será fundamental continuar con disciplina fiscal en 2025.
Daniel Ortiz, economista y director de la firma Consejeros Económicos y Financieras (Cefsa), explicó que aunque hay estabilidad relativa en las finanzas del Estado debido al superávit primario, sorprende la forma en la que disminuye ese resultado. Esto hace más lento el ritmo al que baja la relación deuda a PIB, que alcanzó el 59,7% en octubre.
“En este contexto uno diría que la situación es relativamente estable. Es favorable que tengamos un resultado primario positivo y el déficit aún no llega a las cifras de 2017, pero se está prestando más atención a que el ámbito fiscal se está deteriorando”, destacó.
Gastos del Ejecutivo también se elevaron
El gasto total del Gobierno alcanzó ¢7.464.542 millones a octubre, superando los ¢7.000.950 millones registrados en el mismo periodo de 2023. Como porcentaje del PIB, el gasto representó 15,2%, más alto que en octubre de 2023 (14,9% del PIB).
El aumento se atribuye en el 91% a mayores desembolsos en remuneraciones, transferencias corrientes, gastos de capital y pago de intereses. El 8,8% restante corresponde a bienes y servicios y a la concesión neta de préstamos.
La partida de remuneraciones creció en ¢142.075 millones, equivalente al 0,3% del PIB, respecto a octubre de 2023. Este incremento se explica, en su mayoría, por los ajustes salariales retroactivos efectuados entre marzo y abril. Los aumentos estuvieron congelados desde 2020, pero este año se reconoció un incremento general de ¢7.500 en la base salarial de los empleados públicos.
Las transferencias corrientes crecieron en ¢100.060 millones, dirigidas principalmente a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la educación superior y juntas de educación. Por su parte, el pago de intereses alcanzó ¢2.064.963 millones, equivalente a 4,21% del PIB, lo que representa un leve incremento respecto al mismo periodo de 2023.
En octubre, el Gobierno concretó su primer aporte para capitalizar al Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), con un giro de ¢32.591 millones como parte del proceso de incorporación de Costa Rica como miembro en condiciones especiales a esta entidad.
Ingresos se reducen como porcentaje del PIB
Los ingresos totales del Gobierno sumaron ¢6.051.156 millones entre enero y octubre de 2024, lo que representa un aumento de ¢204.172 millones respecto al mismo periodo de 2023, cuando alcanzaron ¢5.846.984 millones. Sin embargo, como porcentaje del PIB, estos ingresos cayeron 0,1 puntos porcentuales (p.p.), situándose en su nivel más bajo desde 2020.
La reducción de los ingresos totales en términos de producción se debe, principalmente, a la disminución en los ingresos tributarios, que pasaron de representar 11,1% del PIB en 2023 a 10,9% en 2024. Este descenso refleja un deterioro significativo en los impuestos sobre ingresos, utilidades y propiedad, según destacó Hacienda.
Del total de ingresos tributarios, el 37,4% provino del impuesto sobre el valor agregado (IVA), el 36,8% correspondió al impuesto sobre los ingresos y utilidades, el 10% lo aportó el impuesto único a los combustibles y el restante 15,8% se distribuyó entre otros gravámenes.
Zúñiga explicó que la apreciación cambiaria y el menor dinamismo del régimen definitivo han afectado los ingresos del Gobierno, debido a unas menores ganancias, lo que impacta finalmente en un menor monto recaudado de impuesto sobre la renta.
Finalmente, Hacienda anticipó importantes desafíos fiscales para 2025, ya que el servicio de la deuda, que incluye amortizaciones e intereses, se estima en ¢4,7 billones. Este monto incluye $2.913 millones de deuda en dólares, entre los cuales destaca el vencimiento de un eurobono por $500 millones en abril.