World News in Spanish

El milagro económico aragonés

Abc.es 
El anuncio de que la china CATL instalará una fábrica de baterías eléctricas en Aragón en sociedad con Stellantis, el gran consorcio del sector del automóvil que incluye a marcas como Opel y General Motors, ha puesto a esta comunidad autónoma en el mapa de la economía del mañana. Su presidente, el popular Jorge Azcón, ha dicho que la decisión «ancla el futuro» de esta industria que llegó a Figueruelas en 1982 de la mano del motor de combustión y de General Motors, pero que ahora ligará su destino a la transición ecológica y a la promesa que suponen el coche eléctrico y las energías renovables. Pero Aragón no sólo se ha convertido en el lugar favorito para transformar un sector ya maduro como es el del automóvil, sino que ha sido elegida para albergar sectores punteros como el de procesamiento de datos para firmas emblemáticas como Microsoft y Amazon. El impacto de estas decisiones en términos de empleo, riqueza, tecnología e innovación han hecho que empiece a hablarse de un milagro económico aragonés. Las inversiones previstas en Aragón para 2025 suman más de 40.000 millones, lo que equivale a toda la riqueza que produce la comunidad en un año. Una inversión así supondrá una inédita expansión del PIB y es posible que esta región, que desde 1980 ocupa el décimo lugar entre las comunidades autónomas por su producción, empezará a acercarse a otras más ricas. Viento, sol y llanuras desiertas, que en el pasado eran sinónimo de pobreza y emigración, se han transformado en bendiciones. Entre las razones que han llevado a las empresas a invertir aquí se cita la disponibilidad de energía (casi el 84 por ciento de la generación eléctrica aragonesa es renovable), de agua (el rico curso del Ebro) y la abundancia de espacio libre y llano. Además, como ya habían descubierto las empresas logísticas, el cruce del Eje del Ebro y la autovía que une Madrid y Barcelona, genera un espacio singular que se ha visto fortalecido con el despliegue de la alta velocidad ferroviaria: hoy, Zaragoza está a menos de hora y media de la capital catalana y de la de España. La región posee tres aeropuertos, uno de los cuales es una importante base militar. Pero nada de esto se hubiese concretado si Aragón no contase con un gobierno pronegocios, volcado hacia el crecimiento y que garantiza estabilidad jurídica e institucional. Al socialista Javier Lambán y a su equipo le cabe el importante mérito de haber mantenido viva la esperanza de estas empresas que veían a Aragón como un buen destino, pero que se quedaban paralizadas por el discurso antiempresarial y de ecologismo radical que exponían sus socios del cuatripartito. Azcón ha tenido la suerte de contar con un gobierno homogéneo, con cuadros imbuidos con un reformismo liberal que el PP ha cuidado desde que gobernara Luisa Fernanda Rudi (2011-2015), y eso le ha permitido en apenas un año rematar varias operaciones de inversión. Nada más llegar, Azcón creó una Unidad de Aceleración de Inversiones, un mecanismo transversal de coordinación, que ha permitido reducir a la mitad los plazos de tramitación. El impulso es, además, estratégico. La universidad aragonesa ha adaptado sus planes de estudio y titulaciones a la nueva demanda de carreras de ingeniería y matemáticas. Y la fuerte presencia militar en la región, con una academia y una base aérea importante, la convierten en el entorno propicio para que se implante la industria de defensa y la aeroespacial. Son sólo un puñado las regiones de España que pueden decir que están entrando en el futuro de manera clara y firme. Aragón es una de ellas, pero su gran mérito es que lo está haciendo convirtiendo en fortalezas lo que hasta ayer eran sus debilidades.

Читайте на 123ru.net