Conoce Jirón Angaraes, una de las calles más antiguas de Lima: es famosa por ser la 'calle de los pericotes'
El jirón Angaraes, ubicado en el Centro Histórico de Lima, homenajea a la provincia de Angaraes, Huancavelica, y resguarda importantes aspectos de la historia peruana. Originalmente, este jirón estaba rodeado de huertas. Tras la Guerra del Pacífico (1879-1884), se transformó con la expansión urbana y la modernización de Lima, lo que dio paso a viviendas y comercios. Hoy, combina el pasado y el presente con casonas históricas y comercios tradicionales, siendo un punto clave en el recorrido por lugares emblemáticos como la Plaza de Armas y el jirón de la Unión.
Cada cuadra del jirón Angaraes es testigo de la evolución de Lima a lo largo del tiempo y alberga relatos que se entrelazan con la memoria colectiva de la ciudad.
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La primera cuadra: famoso por ser el 'callejón de los pericotes'
La primera cuadra de Angaraes, conocida como el Callejón de los Pericotes, es un lugar que carga consigo una particular anécdota. Se cree que su nombre proviene de los roedores que se encontraban en la zona, lo que añade un toque de curiosidad a su historia. Este espacio ha sido testigo de la vida cotidiana de los limeños a lo largo de los años.
La segunda cuadra: un centro de comercio y política
La primera cuadra de Angaraes, conocida como el Callejón de los Pericotes, es un lugar que carga consigo una particular anécdota. Se cree que su nombre proviene de los roedores que se encontraban en la zona, lo que añade un toque de curiosidad a su historia. Este espacio ha sido testigo de la vida cotidiana de los limeños a lo largo de los años.
La tercera cuadra: un hito arquitectónico desde el siglo XX
La tercera cuadra del jirón Angaraes es un claro ejemplo de la transición hacia la modernidad en Lima. En 1938, se construyó la Casa Obrera, un importante complejo habitacional diseñado por el arquitecto Rafael Marquina. Este edificio no solo marcó un hito en la arquitectura limeña, sino que también tuvo un impacto social al albergar a obreros que trabajaban en las industrias cercanas. En esta cuadra destaca el restaurante Tío Candela, famoso por su pescado frito, un ícono de la gastronomía limeña durante más de 60 años.
La quinta cuadra: un símbolo de salud pública
La historia comercial del Jirón Angaraes continúa en la quinta cuadra con la presencia de la Farmacia Universal, inaugurada en 1934. Esta farmacia, una de las primeras en Lima, conserva la tradición de los boticarios que preparaban medicamentos a mano. No solo es un lugar de referencia para los limeños, sino que también simboliza el compromiso con la salud pública que ha marcado la evolución de la ciudad.
La sexta cuadra: la música y tradición que lo caracteriza
El Jirón Angaraes es también un sitio cargado de música y tradición. En la sexta cuadra, creció la cantante criolla Cecilia Bracamonte, un referente de la música peruana. Aunque la casa donde vivió ya no existe, la zona sigue siendo un centro de cultura y recuerdos para quienes vivieron la época dorada de la música criolla en Lima. A pocos metros de allí, la antigua botica de Julio César Alvarado, locutor y promotor de la música criolla en los años 50, se convierte en un punto de interés para los amantes de este género musical.
La séptima cuadra: el cine Folie Rouge como punto de encuentro para los limeños
La arquitectura del siglo XX también tiene su espacio en el Jirón Angaraes. La séptima cuadra alberga el antiguo cine Folie Rouge, un lugar que destacaba por su elegancia y la calidad de sus instalaciones. Este cine fue un punto de encuentro para los limeños y reflejó la vida social y cultural de la época.
En conclusión, cada cuadra del Jirón Angaraes refleja la evolución de Lima, una ciudad que ha sabido adaptarse a los cambios sin perder de vista sus raíces y tradiciones. La rica historia y la variada arquitectura de esta calle la convierten en un lugar emblemático que todos deben explorar y apreciar.