Tensión con Venezuela: las sospechas del Gobierno y un posible llamado de Cristina
Ya se cumplen varios días desde que el régimen de Nicolás Maduro detuvo a Agustín Nahuel Gallo, gendarme argentino que viajó a Venezuela a visitar a su esposa e hija, que viven y tienen nacionalidad de ese país. Si bien los funcionarios de la dictadura salieron a reconocer el secuestro, alegando a que era un "espía", aún no se comunicó dónde está y cuál es su estado.
"Tenemos una idea donde puede estar", afirmó una altísima fuente de la Casa Rosada, quien marcó que ya tienen varias localizaciones tentativas, siendo una de ellas el Helicoide, una prisión denunciada como uno de los principales centros de torturas del chavismo. "Sería el peor escenario", indican las fuentes palaciegas.
El Gobierno Nacional está trabajando en el rastreo de Gallo, pero afirman que no entablaron diálogos con el chavismo. "No vamos a negociar con extorsionadores", dicen. La presunción es que el gendarme fue secuestrado bajo un pretexto falso y que, a partir de eso, el régimen busca negociar condiciones y facilidades clave (que Argentina no está dispuesto a cumplir).
Aunque en la Presidencia mostraban renuencia a hacer acciones a través de organismos multilaterales, pareciera que ese es el único ámbito por el cual el Gobierno planea accionar por el momento. "Tiene que ser resuelto por la vía diplomática, no hay otra forma", indican. La declaración remite a lo que expresó por estas horas la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: "Liberá de inmediato a Nahuel Gallo o atenete a las consecuencias".
Las gestiones por Gallo están siendo lideradas por dos áreas del Gabinete: la Cancillería, a cargo de Gerardo Werthein, y el Ministerio de Seguridad, de Bullrich.
Ambas áreas están coordinando las acciones a hacer. Por ahora no SE contempla otra cuestión más que el rastreo del detenido, la búsqueda para que acceda un equipo de abogados en su representación y el reclamo internacional para presionar al régimen.
Según dejan trascender desde la Casa de Gobierno, hay tres países con los que ya se tomó contacto para comenzar con las presiones para la liberación del gendarme: Brasil, Colombia y Francia. También reconocen que pueden hacer reclamos a la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas (ONU), organismo denostado por el mismo Milei y su Gabinete por el impulso que le hace a la Agenda 2030.
"Esto también es consecuencia de los organismos internacionales que dejaron pasarlo a Maduro. El régimen se materializa por su responsabilidad", esgrimen. Esos mismos esquemas son los que Milei, aun así, planea recurrir para pedir por la liberación.
En el procedimiento para la liberación de Gallo aparecen dos reglas prohibitorias: por un lado, dicen, no hay ninguna facilidad que se le pueda aceptar a Nicolás Maduro o al régimen chavista; y por el otro, aseguran que Milei no buscará hablar con el sector kirchnerista que tiene un buen vínculo con Venezuela para facilitar su liberación.
El rol de Cristina
"Por amor a la patria, Cristina debería ser la que llame a ese sector y facilitar. Nosotros a ella no la vamos a contactar y el Telegram de Maduro no lo tenemos", afirman.
Ante la situación de peligro que atraviesa el ciudadano argentino, el Gobierno recomendó no viajar a Venezuela al sostener que en ese país "impera la dictadura".
"Las recomendaciones son porque impera una dictadura que un día te puede apresar sin ninguna causa y sin dar ningún tipo de explicación", sentenció el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la habitual conferencia de prensa, y agregó: "Más que una recomendación es una obviedad".
En la misma línea, aseguró: "Uno se acerca a una dictadura cruel como es la de Maduro o como es el régimen chavista, y eso conlleva un peligro inherente al acercamiento de esa dictadura". "Es una obviedad que ir de visita a una dictadura implica riesgo", insistió luego de que Nahuel Gallo haya sido detenido e incomunicado.