La apnea del sueño causa cambios en el cerebro
La apnea del sueño, es decir, las dificultades que experimentan algunas personas para respirar cuando duermen, puede causar cambios en su cerebro. De acuerdo con un estudio que se publica en ' Neurology ', estas personas pueden tener un hipocampo más grande, el área del cerebro responsable de la memoria y el pensamiento. El estudio también ha visto que aquellos con niveles de oxígeno más bajos durante el sueño presentaban cambios en las partes profundas del cerebro, como la materia blanca, un hallazgo común asociado con la disminución de la salud cerebral que ocurre con la edad. Los trastornos respiratorios del sueño abarcan un conjunto de condiciones que causan respiración anormal durante el sueño, como ronquidos y apnea obstructiva del sueño. La apnea obstructiva del sueño ocurre cuando una persona deja de respirar cinco o más veces por hora. Estas pausas respiratorias pueden reducir los niveles de oxígeno, afectando el cerebro. «Algunos estudios han encontrado que los problemas del sueño y los niveles bajos de oxígeno durante el sueño están vinculados con el encogimiento cerebral, mientras que otros han encontrado una conexión con el crecimiento cerebral», afirma el autor del estudio, Alberto R. Ramos, de la Universidad de Miami (EE.UU.). «Tanto el encogimiento como el crecimiento cerebral pueden dañar la memoria y el pensamiento al interrumpir las funciones cerebrales normales, aumentando el riesgo de deterioro cognitivo y demencia». Al inicio del estudio, que incluyó casi a 3.000 personas, cada participante realizó una prueba de sueño en casa que medía la frecuencia con la que dejaban de respirar, conocida como apneas, y la frecuencia con la que tenían respiración lenta o superficial, conocidas como hipopneas. Los participantes se dividieron en tres grupos: aquellos con menos de cinco interrupciones del sueño por hora (sin problemas de sueño); aquellos con cinco a 15 interrupciones (problemas leves); y aquellos con más de 15 interrupciones (problemas moderados a graves). De todos participantes, el 56% no presentaban problemas de sueño, el 28% problemas leves y el 16% problemas moderados a graves. Además, se evaluaron los niveles de oxígeno en el torrente sanguíneo durante el sueño. Diez años después, se midió el volumen cerebral y las hiperintensidades de materia blanca, áreas donde el tejido cerebral ha sido dañado, mediante escáner. El estudio encontró que los problemas de sueño están asociados con un mayor volumen del hipocampo y un aumento en las hiperintensidades de materia blanca, destacando que cada interrupción del sueño y niveles bajos de oxígeno durante el descanso influyen en estos cambios cerebrales. «Estos hallazgos destacan las complejas relaciones entre la salud del sueño y el envejecimiento cerebral, y muestran la necesidad de realizar estudios más prolongados que sigan a las personas desde la mediana edad o incluso antes», señala Ramos. «Es esencial entender claramente cómo el volumen cerebral se ve afectado por la apnea del sueño y otros trastornos del sueño para que las personas puedan recibir tratamiento temprano y eficaz, especialmente aquellas con mayor riesgo de demencia».